Han pasado 28 años desde que Argentina ganó su último título en la Copa América. Y su intento por acabar con esta sequía comenzará el 11 de junio cuando, en compañía de Colombia, será sede de la edición 47.
La más reciente ocasión en que los albicelestes fueron anfitriones, en 2011, solo llegaron hasta cuartos de final, pero luego recuperaron protagonismo y sumaron dos subcampeonatos, en Chile-2015 y Estados Unidos-2016, y el tercer lugar de Brasil-2019.
La última imagen que se tiene de este conjunto fue en la Eliminatoria para el Mundial de Catar 2022, entre octubre y noviembre de 2020, interrumpidas por la pandemia. En ella ocupa el segundo lugar con 10 puntos, a dos del líder Brasil tras vencer a Ecuador (1-0), Bolivia (1-2) y Perú (0-2), y empatar con Paraguay (1-1).
Estos antecedentes son solo una referencia de esta potencia del continente, que llegará al próximo torneo continental como favorita, independiente de su nuevo proceso marcado por el cambio generacional. “Es un equipo renovado, que sufrió una gran metamorfosis. No es vistoso, pero sí fuerte y efectivo”, argumenta el entrenador antioqueño Miguel Cadavid.
Del plantel actual que orienta Lionel Scaloni (42 años), Cadavid resalta la categoría de Lionel Messi, a quien señala como “irremplazable”. Y destaca la intensidad del equipo en lo técnico, táctico, físico y mental.
Dice que conserva un esquema de 4-4-1-1 para defenderse y 4-3-3 para atacar, con volantes internos. “Tiene buenos jugadores, pero no del nivel del pasado”.
Sin tanta dependencia
El exdelantero argentino César Carignano, ahora comentarista de Canalveo.co y Radiod1, en diálogo con EL COLOMBIANO, toca elementos claves en la nueva estructura del combinado de su país, entre ellos el sentido de pertenencia, la no dependencia en Messi y la solidez como grupo.
“La Selección volvió a ser a un lugar de comodidad para sus integrantes”. Agrega que el recambio demostró que el liderazgo de Messi dentro del vestuario ha permitido que este, paradójicamente, se haya repartido en la cancha.
Apunta que Messi ha logrado que esta nueva generación se anime a tomar decisiones por sí sola dentro del terreno de juego, sin tener que pasar exclusivamente por él. “Se volvió un elenco menos previsible, sorpresivo y con más variantes”.
En ese sentido se refiere a Rodrigo de Paul, Leandro de Paredes, Nicolás González y Lautaro Martínez, que de mitad de cancha hacia adelante, en lugar de jugar siempre con el “10” y capitán, “toman decisiones autónomas que le hacen bien no solo al equipo, sino al propio Messi; ayudan a tirar del carro de la creación de una manera más pareja”.
Labor técnica
Otro elemento que sobresale en el análisis de Carignano es que la Selección de Argentina hoy no necesita tener futbolistas de los principales clubes de Europa para formar equipo.
Advierte que la mayoría rinde en la Albiazul sin estar en la elite de los 15 o 20 clubes del balompié mundial y eso marca la capacidad de Scaloni y su cuerpo técnico que también integran Walter Samuel y Roberto Ayala, a quienes se ha sumado Pablo Aimar.
“Es gente joven que ha demostrado competencia, vino para quedarse. Estuvo a la altura de la incertidumbre y las ganas de aprender de este plantel y ha generado convicción. Argentina puede ganar, empatar o perder, pero tiene entrega hacia la recuperación de la pelota. Su propuesta va más allá de los 11 jugadores titulares, ha generado una renovación con prontitud y eso es un gran gesto”.
Según él, la Argentina de hoy es más un conjunto, una idea colectiva más allá de la calidad de Messi como única herramienta para ser competitiva. Y hace caer en cuenta de que así el proceso vaya en crecimiento paulatino y que la pandemia los privó de compartir, los futbolistas anhelan estar en la Selección.
“Se ha vuelo un lugar de sana y buena competencia y convivencia. Por esos atributos, sin ser un colectivo colmado de estrellas, hay un núcleo, es un grupo fuerte y con ideales claros”.
Carignano, que también militó en clubes de Suiza, México y Chile, concluye que para un Campeonato Mundial hay que tener individualidades en un momento de esplendor, pero para una Copa América como la que se avecina, Argentina está en condiciones de luchar de tú a tú con todos los rivales. “Aunque las candidaturas se demuestran rodando, tiene potencial para quedarse con la Copa”.
La visión de Barraza
Jorge Barraza, analista internacional, desde Buenos Aires, también comparte su opinión sobre el presente del bicampeón mundial: “Argentina está en un momento tranquilo, de serenidad en su Selección después de años borrascosos por la situación política tras la muerte del presidente de la Federación Julio Grondona (julio 30 de 2014)”.
Recuerda que además de la acefalía de gobierno, hubo intervención de la Fifa y fueron 4 o 5 años malos de la entidad, lo que repercutió en el equipo.
Sacloni asumió después del Mundial de Rusia-2018, primero como encargado y ratificado en 2019. “Era un signo de interrogación y al mismo tiempo un contrasentido que a alguien que nunca había dirigido ningún elenco ni juvenil ni de mayores le dieran la Selección”, apunta Barraza quien ahora reconoce que el timonel ha hecho buena labor, pues “tranquilizó el asunto, se lleva bien con los jugadores, algunos de los cuales fueron compañeros”.
La transición, sin embargo, recuerda Barraza, con la salida de Sergio Romero, Javier Mascherano, Ever Banega y Enzo Pérez, entre otros, fue dolorosa en resultados y generó una pequeña crisis que empezó a superarse luego del cuarto partido de Copa América 2019.
“Allí se había empezado mal, superados por Colombia 2-0, pero contra Venezuela todo empezó a cambiar. Ese fue el punto de quiebre e, inclusive, merecimos ganarle a Brasil”.
La Eliminatoria marcó definitivamente el recambio con la llegada de jóvenes interesantes que han conformado un equipo estable que genera tranquilidad.
“Hay buen ambiente en el vestuario y Messi, que es fundamental en esta selección y en las que integró, está bien con estos jóvenes y disfruta más que en los años anteriores. Las expectativas son buenas, no desmesuradas. No hay crisis por primera vez en mucho tiempo”, anota el analista que aparte de espera la clasificación al Mundial, confía en un buen papel en la Copa América de mitad de años.
Los rivales de Argentina en la fase de grupos serán Bolivia, Uruguay, Chile y Paraguay. En caso de que llegue a la final, esta será en Barranquilla el 10 de julio. Una ciudad en la que salió victorioso, 0-1, en su último duelo con Colombia en la ruta al Mundial de Rusia-2018
14
títulos de Copa América tiene el seleccionado de Argentina en 42 participaciones.
1993
fue el año del último campeonato que logró este elenco en el certamen.
2
coronas acumula en la Copa Mundo de mayores: Argentina 1978 y México 1986.