Así no se juegue bien, ganar siempre da tranquilidad y seguridad. Eso dicen los técnicos. Y, justamente, el encuentro de ayer entre Colombia y Japón, en el inicio del ciclo de Carlos Queiroz en la Tricolor, encarnó ambas situaciones.
La Colombia que se vio y le ganó a Japón 1-0, fue de dos tiempos diferentes: los 45 iniciales pocos vistosos y con escasas llegadas -solo dos-, y el complemento, con una metamorfosis que lideró Queiroz, con el manejo de las piezas (cambios), desde el banco, y el liderazgo de Duván Zapata, en la cancha y que condujo a la victoria y a un mejor accionar en todas las líneas.
“El primer tiempo entramos organizados, nos defendimos bien. Y en el segundo salimos a ganar. Estoy satisfecho con el trabajo de todos. Cuando sabíamos que el partido estaba de nuestro lado, salimos a atacar y concretamos”, resumió Queiroz. La idea, no obstante, según el propio estratega, es cada día mejorar, de cara, inicialmente, a la Copa América y luego a la Eliminatoria de Catar-2022.
Conclusiones
1. El juego sirvió para confirmar que el técnico luso sabe leer los compromisos. Después de un incierto y flojo primer tiempo, le cambió la cara con las sustituciones realizadas, especialmente con el ingreso de Duván por Villa.
2. La destacada actuación de Camilo Vargas, como una de las figuras del partido, ratifica que para el arco no se depende de David Ospina. El guardameta se mostró muy seguro en el pórtico y no dejó dudas que es otra gran alternativa. Definió bien las jugadas de riesgo y evitó el gol en varias oportunidades.
3. Colombia demostró tener un buen poder ofensivo, así no se haya convertido en jugada de grupo (el tanto fue de penalti, ejecutado por Falcao). Iniciaron Falcao y Muriel, y cuando entró Zapata, fue un equipo más contundente. Alfredo Morelos estuvo poco tiempo, pero es otra alternativa goleadora, además de otros que seguramente serán llamados en nuevas convocatorias.
4. El flojo inicio de James, intermitente y muy estático, obliga al técnico a tener alternativas a la mano para evitar que esa “jamesdependencia” nuble el mediocampo y no se pueda crear el suficiente volumen de jugadas para intentar llegadas claras y de riesgo sobre predios del adversario.