El año 2020 y el comienzo de 2021 del fútbol suramericano dejó el protagonismo de jóvenes y prometedores talentos que hicieron su puesta en escena en sus respectivos clubes, tanto en el continente americano como en el europeo, dejando gratas sensaciones para el futuro del balompié de la región. Muchos de ellos estarán en la Copa América que iniciará el próximo domingo en Brasil.
Y es que, pese a que las canteras suramericanas en este momento están condicionadas por la crisis económica debido a la pandemia de coronavirus, los equipos muestran frutos, despertando la atención de muchos aficionados que se ilusionan con los nombres que aparecen en el panorama, aunque unos ya hicieron su aparición desde el año pasado y buscan consolidarse como futuras estrellas.
No basta con el talento
El exseleccionador nacional, Luis Augusto “Chiqui” García plantea que no siempre el talento asegura el éxito. “Los dones hay que pulirlos y desarrollarlos, no solo en lo físico, también en lo mental”. En Colombia hay innumerables casos de jugadores talentosos que se quedaron en promesas, estaban llamados a ser estrellas pero, por malas decisiones, desviaron su camino.
Entre los más sonados encontramos a Johnnier Montaño, Juan Pablo Pino y Marlos Moreno. Los tres salieron biches para deslumbrar al mundo, pero por diferentes motivos ninguno, a pesar de sus grandes condiciones, terminó marcando diferencia en el plano internacional.
Montaño se refugió, desde hace años, en el fútbol peruano, luego de un paso fugaz por el Parma, donde llegó procedente del América de Cali. Fue precisamente en una Copa América cuando a los 16 años debutó con un golazo ante Argentina.
El volante vallecaucano estaba destinado a ser emblema del fútbol colombiano, despertando el interés de los grandes clubes del mundo, pero su proyección se desvaneció de un momento a otro.
Un caso parecido vivió Juan Pablo Pino. A los 19 años, tras un Suramericano maravilloso en el que deslumbró al mundo, el cartagenero cambió Medellín por el Principado de Mónaco, pero el cuento de hadas duró muy poco. “Desaprovechó el inmenso talento que tenía y la oportunidad deportiva de su vida”, lamenta el técnico Jorge Luis Pinto. Pasó por Francia, Bélgica, Turquía, Arabia Saudita, Grecia, Perú e Indonesia, pero sin engranar en ningún lado, para regresar en 2019 al Cúcuta Deportivo.
El caso Marlos Moreno es diferente. Al delantero antioqueño no se le conocen excesos, pero al igual que Montaño y Pino, su talento no ha terminado de explotar. En 10 meses la vida le sonrió con el título de Liga y el de la Copa Libertadores con Atlético Nacional. Fue vendido al Manchester City y a partir de ahí acumula años de frustraciones. Sin embargo, hoy tiene buenas actuaciones con el Lommel belga donde ha marcado 5 goles. Estuvo en Flamengo, Deportivo La Coruña y el Girona con más pena que gloria.
Casos exitosos
Hoy en día se puede decir que Luis Díaz, figura del Porto, se consolidó y ha recibido varias ofertas de otros clubes importantes. Los expertos ven positivo que los jugadores colombianos hagan un último curso intensivo en países como Argentina y Brasil, luego de haber triunfado en el plano local, para que no se repita la historia de Montaño, Pino y, quizá, Marlos.
A excepción de Luis Díaz, que dio el salto a Europa y hoy rinde, estos tres casos no se pudieron acomodar a ese continente. Los especialistas en formación hablan que muchos futbolistas colombianos no terminan su proceso de formación cuando ya son comprados por clubes europeos. “Ni futbolística ni mentalmente están preparados para un cambio tan drástico y es ahí cuando vienen los problemas”, explica el técnico y cazatalentos español, Tolo Darder, quien es un convencido de que los jugadores colombianos deben pasar primero por otros países latinos para después dar el paso a la elite mundial.
“En el afán por vender al jugador, los muchachos saltan a un fútbol para el que todavía no están preparados. En mi opinión es preferible que el deportista pase primero por Argentina o por Brasil, que se asemejan un poco más al europeo. Esos futbolistas que se perdieron fue por eso, porque salieron muy temprano, sin estar preparados. Son muchachos que no los profesionalizaron, es el caso de Montaño, Pino y el más reciente, Marlos Moreno”.
Darder pone también como ejemplo lo que le sucedió a Rafael Santos Borré cuando se fue al Atlético y luego al Villarreal. “Ahora hizo en Argentina el proceso que tuvo que haber hecho antes de dar el salto y es posible que si regresa al fútbol europeo, se consolide”, expresó.
El cazatalentos da más ejemplos y explica por qué jugadores como Juan Guillermo Cuadrado y Carlos Bacca son excepciones de la norma. “Mirá cuánto demoró Muriel para consolidarse. Igual le pasó a Michael Ortega, que regresó. Él, como muchos otros, no tuvo un proceso de formación ideal. Como quien dice, pasó de la primaria a la Universidad, no hicieron el bachillerato, y así es muy complicado”, expresa.
Por eso se espera que las siete promesas que les mostramos a continuación, que son de países distintos a Colombia, brillen en esta Copa América y no se pierdan como les sucede a otros.