Por juan felipe zuleta valencia
Reflexivo, exigente consigo mismo y siempre receptor con decencia de las críticas que recibe por parte de la prensa y la afición, Nicolás Palacios ha mostrado cómo se le pone la cara a un panorama adverso, lejos del conformismo y mucho menos del irrespeto o irreverancia hacia el hincha, el eslabón principal en la cadena del fútbol.
“Yo no puedo estar conforme todavía porque vine al Medellín a destacarme y a agradecer con buenas presentaciones la confianza con la cual me trajeron desde Patriotras. Cuando además el club pasa por un momento difícil, necesita el doble del esfuerzo de uno”, ponderó el espigado volante recientemente.
El tumaqueño de 27 años reconoció que en el cuadro rojo ve la gran oportunidad de su carrera, ese momento y lugar decisivos que cada jugador busca y planea a lo largo de varios años y que en su caso requirió el paso por ocho clubes del fútbol colombiano, y algún mal trago que vivió y por el cual pagó un precio que él considera “justo” y que se trató de su salida del Bucaramanga por actos de indisciplina. Una situación que vio como un de aprendizaje forzoso para aterrizar y crecer personal y profesionalmente.
Palacios, quien nació en la tierra de Willington Ortiz, Carlos Darwin Quintero, Léider Preciado, entre otros, no recibió la técnica de sus coterráneos para desempeñarse en este oficio. Sin embargo, para él, la mejor forma de agradecer la oportunidad de ser uno de los pocos elegidos que llegan al fútbol profesional es dar buena cuenta de su cualidad: la entrega, el despliegue físico y el esfuerzo en beneficio de sus demás compañeros.
Dice sentirse afortunado de jugar al lado de Andrés Ricaurte, uno de esos jugadores que cuando está enchufado hace del fútbol algo simple, efectivo y divertido.
Tiene claro que otra cosa diferente a disputar instancias finales y ser protagonista con el DIM, lo considerará un fracaso.
Pero con esa voz pausada y de acento marcado pide paciencia al hincha. “Estoy seguro de que este grupo va a llegar donde se le exige, para reivindicarnos con la hinchada”n
