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DIM va por una estrella con aporte de novatos
La poca experiencia de algunos jugadores en finales necesita compensarse con solidaridad colectiva y confianza individual.
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Larry Angulo y Bryan Castrillón, dos jóvenes que podrían estrenar su palmarés. FOTO rÓbinson sáenz
06 de diciembre de 2018
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¿Qué jugador no ha reproducido el momento de una final una y otra vez en su cabeza? La clave es tener lo que se necesita cuando llegue ese momento.
De los habituales titulares del Medellín este semestre, cinco jamás pisaron una serie definitiva. Sumando a los suplentes usuales la cifra aumenta a diez. (ver módulo 3).
En el fútbol hay un manido adagio que dice que los jugadores jóvenes ganan partidos pero los viejos y experimentados ganan los títulos.
Sin embargo, la campaña del cuadro rojo durante este semestre desdice mucho esa sentenciosa frase. Y es que aún siendo con aporte fundamental de jugadores novatos en instancias decisivas, el DIM no solo las superó con creces sino que supo recomponer sobre la marcha de la competencia el estado emocional y el rendimiento, algo que incluso otros equipos de mayor jerarquía no pudieron lograr, con extensos ejemplos en los últimos años.
Una de las estrategias, recordando los postulados del técnico Juan Carlos Osorio, es insistir previo a la final en recrearles el entorno en el cual se encontrarán: estadio lleno, la certeza de que no “hay mañana”, la presión mediática, entre otros elementos.
“Al jugador colombiano es importante entrenarlo para que afronte siempre el más complejo de los escenarios”, expuso el seleccionador paraguayo en un encuentro académico en el Politécnico Jaime Isaza Cadavid con otros entrenadores, hace algunos meses.
Lo que asegura Osorio lo ratifica Alfredo Morelos, hoy figura en el Rangers de Escocia, y quien tuvo la oportunidad de jugar algunos minutos en las finales del DIM en 2014 ante Santa Fe y 2015 con Cali.
“Creo que lo más duro para los que vivimos partidos cruciales por primera vez es el estadio lleno, porque en Colombia no estamos muy acostumbrados a esas situaciones. Esa presión, y más en una final, te lleva fácilmente a desconcentrarte”, dice el goleador en diálogo con EL COLOMBIANO.
Pero aunque son factores a tener en cuenta no hay una fórmula definitiva.
Por ejemplo, en 2009, en la final ante Huila, en la que DIM conquistó la quinta estrella, apenas contaba con cuatro futbolistas con experiencia en partidos por el título. En las finales de 2014 ante Santa Fe fueron seis y en 2015, ocho. Ambas series perdidas.
La consagración de 2016 tuvo el sello de la experiencia: 10 de los jugadores que disputaron aquel título ante Junior ya tenían trofeos y finales en sus hojas de vida.
Este plantel ha demostrado tener carácter y el cuerpo técnico, capacidad de liderazgo. Les queda el examen pendiente de ver cómo se desenvuelven ante un estadio lleno, escenario al que no han estado expuestos este semestre.
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