La neerlandesa Irene Schouten, junto a sus compatriotas Kay y Rick Schipper, adquieren más aprendizajes deportivos al lado de las figuras del patinaje criollo.
María Alejandra Vidal y Laura Sofía Hernández, de 10 años de edad y quienes apenas superan el metro de estatura, hacían esfuerzos para sostenerse en la baranda que divide la tribuna con la pista de patinaje Los Almendros de Envigado.
Montadas sobre sus patines y vistiendo el uniforme del club Paen, buscaban la forma de escuchar y sacarse una foto con una estrella de este deporte, pero en la modalidad de velocidad sobre hielo, la neerlandesa Irene Schouten.
“Qué bueno entrenar al lado de ella”, decían en voz baja.
Sin embargo, la mujer de cabello rubio y ondulado, que viene de ser la máxima estrella del patinaje olímpico en los recientes Juegos de invierno en Pekín (ganó tres oros y un bronce), era la más sorprendida con lo que sus ojos verdes apreciaban en el momento: decenas de niños y jóvenes rodando alrededor del óvalo a la par de deportistas de élite, algo que, como afirmó, no se ve en su país.
Tal vez esa sea una de las experiencias que resalte Irene cuando regrese, la próxima semana, a Europa: enseñar que los más chicos pueden compartir al mismo tiempo los espacios con los atletas de alto rendimiento para alimentar aún más sus sueños de superar a sus ídolos.
Por lo pronto, María Alejandra y Laura quedaron maravilladas por el talento que desbordó Irene al lado de los compatriotas que la acompañan en suelo antioqueño, los gemelos Kay y Rick Schipper, también de Países Bajos.
Iván Vargas, entrenador de la Selección Colombia y director deportivo de Paen Envigado, recuerda cómo conoció a los hermanos Schipper.
No olvida que en el Campeonato del Mundo de 2017, en China Popular, y tras la conquista de Colombia, estos deportistas corrieron hasta el bus de la representación nacional para contactarlo.
Le dijeron que deseaban entrenar con él en territorio nacional. A la semana siguiente Vargas recibió un correo de ellos en el que preguntaban cuándo iniciaba la temporada, a lo que el orientador les respondió que el 8 de enero del siguiente año.
“Me había olvidado de esa conversación. Y el 7 de enero me suena el celular y era Kay, diciéndome que ya estaba en Envigado junto a su hermano para empezar la preparación”, recordó Iván.
Tres meses estuvieron concentrados en suelo paisa entrenando con medallistas mundiales como Pedro Causil, Fabriana Arias, Daniel Zapata, Laura Gómez, entre otros, y al regresar a su país lograron el título nacional holandés que tanto deseaban ante la supremacía, hasta ese momento, de los hermanos Michel y Ronald Mulder.
Fue tanto el amor y gratitud que sienten por esta tierra, que Kay y Rick retornaron a Colombia, pero acompañados de Irene, quien a la vez fue corredora de patinaje de ruedas, siendo campeona mundial por equipos en Italia-2012.
El objetivo de su nueva visita es realizar un campamento de entrenamiento en altura, con los deportistas locales, aprender más sobre el patinaje nacional, que es potencia en el mundo, y disfrutar de la cultura y hospitalidad de Antioquia.
“En los últimos ocho años estuve haciendo mi preparación para la temporada de hielo en las montañas de Italia, pero al ver que muchos deportistas estaban hablando tan bien de Colombia y la altura que hay acá, no dudé en venir”, confesó Irene.
La campeona también se contactó con Annemiek van Vleuten (ciclista de Movistar, ganadora reciente del Giro de Italia y Tour de Francia femeninos), que en los últimos dos años ha hecho su preparación en Colombia. Y ella le comentó que este es un lugar seguro y óptimo para entrenar, de gente muy amable.
“Ahora me doy cuenta que es así. Estoy feliz con todo lo que he visto, sobre todo por el talento que existe en el patinaje, no solo de los grandes sino de los más jóvenes. Estoy segura de que si tuvieran la posibilidad no solo serían exitosos en patinaje sobre ruedas, también en hielo, se nota la pasión deportiva en este lugar”, indicó Irene, mientras María Alejandra y Laura se contagiaban de su sonrisa, la misma que la acompañó hace poco cuando lucía orgullosa sus medallas de oro en los Olímpicos de invierno.
