No hay pruebas complicadas, nada por gusto, se divierte en las carreras. No se estresa y se muestra animada, “hasta siento que tengo menos años cuando vengo a las competencias”. Ella es Rosa María Segura Flores, la nadadora más longeva del Máster de natación que se realiza en Medellín.
A diferencia de los nadadores de hoy, su carrera en la natación la emprendió a los 74 años cuando se dio cuenta que era más complicado encontrar un grupo y competir en otros deportes. “A mi edad ya no se puede correr, mientras que nadar no tiene límite. No hay que esforzarse. En el agua estás tu y listo”, dice Rosa María.
Ahora tiene 92 y sigue compitiendo y asegura que jamás ha pensado en retirarse. La mexicana, oriunda de Guadalajara, Jalisco, ha sido deportista desde niña. Empezó en baloncesto, pasó a voleibol y luego sóftbol. En 1997 participó en su primer torneo panamericano de natación en el que ganó cinco medallas de oro. Desde ese momento decidió hacerlo siempre. “Nunca he querido renunciar. Mientras pueda nadar y, aunque me tengan que llevar, que me tiren al agua”, comenta Rosa.
A lo largo de su carrera en el agua, ha participado en 6 torneos latinoamericanos, en México, Costa Rica, Barbados, Brasil y Cuba; tres panamericanos (dos en México y el que se está desarrollando en Medellín). Aparte, participó en tres mundiales (dos en Canadá y uno en Estados Unidos); en 36 nacionales, de los cuales permanece invicta en su categoría, siempre primera.
Compite en todas las pruebas, aunque en la que siente que hace mejor tiempo es en espalda. “He nadado 200 y 400 metros combinado; 50, 100 y 200 mariposa, espalda y pecho. En libre he intervenido hasta en 800 y 1500 metros”, cuenta con orgullo.
Para ella las anécdotas son infinitas; cada prueba es diferente y la experiencia es única. Ha pensado en ser entrenadora y lo ha hecho. Y para más satisfacción, en un curso dictado para la tercera edad, sus alumnos le reconocieron que había sido la entrenadora que más les había enseñad.o
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