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El rival será el búlgaro Grigor Dimitrov, quien dejó en el camino al griego Stefanos Tsitsipas.
Contra las cuerdas por tercer día consecutivo, la leyenda Novak Djokovic fue capaz de batir al ruso Andrey Rublev (5º); 5-7, 7-6 (7/3) y 7-5, este sábado para alcanzar la final del Masters 1000 París-Bercy, que disputará el domingo ante el búlgaro Grigor Dimitrov (17º).
Este último batió en la primera semifinal al griego Stefanos Tsitsipas (6º); 6-3, 6-7 (7/1) y 7-6 (7/3).
A continuación, en otra velada espectacular a orillas del Sena, Djokovic encontró el camino para derrotar a un Rublev a su más alto nivel, al que esta vez no le tembló el pulso hasta que cometió la doble falta que dio la victoria a Djokovic, en su primera bola de partido.
Finalmente, la leyenda serbia cerró el duelo en tres horas de juego. Derrotado el año pasado en la final por Holger Rune, este domingo buscará ampliar su récord de seis títulos en la pista cubierta del último Masters 1000 de la temporada, categoría en la que ampliaría su marca a 40 trofeos.
“Fue un buen combate. Jugó a un nivel muy alto, es uno de los tenistas que juega más rápido, me puso en muchas dificultades. Me apoyé en mi buen servicio, sobre todo en el ‘tie-break’, lo que me dio confianza y me permitió ganar”, explicó al finalizar el serbio.
El virus estomacal que ha sufrido durante esta semana ha servido para ver una versión de Djokovic más humana, incluso vulnerable, que parecía alcanzable por sus rivales, en vano por tercer día consecutivo.
Ni Tallon Griekspoor (23º) el jueves, ni Rune (7º) el viernes ni Rublev este sábado le pusieron el cascabel al gato de vidas interminables, superviviente en un tira y afloja con el público del que se nutre y a la vez disfruta.
Por lo que el gran beneficiado ha sido el aficionado. Las 15.000 personas que cada tarde llenan el Accor Arena han disfrutado de tres duelos consecutivos de la leyenda que se fueron al tercer set con el resultado siempre del mismo lado.
El otro finalista
Grigor Dimitrov (17º ATP) se clasificó para la final al batir al griego Stefanos Tsitsipas en dos horas y 31 minutos.
El búlgaro disputará su segunda final de Masters 1000 tras ganar en Cincinnati en 2017, su gran año, coronado con el título en el Torneo de Maestros.
Dimitrov, que en su trayectoria en la capital francesa dejó por el camino al número tres mundial Daniil Medvedev en la segunda ronda, ha recuperado su mejor tenis en las últimas semanas, alcanzando las semifinales del Masters 1000 de Shanghái.
En la primera manga desplegó su elegante juego para ganar por 6-3 en solo 39 minutos. Se mostró impecable al servicio (92% de puntos ganados con su primera bola).
En la segunda Tsitsipas soportó mejor la inspiración de su rival, salvando dos bolas de rotura con 4-4, para ser capaz de igualar con un sobresaliente tie break, que ganó por 7/1, sin haber tenido una sola bola de rotura desde el inicio del partido.
Ambos jugadores siguieron elevando su nivel en la tercera manga, que se fue de nuevo al ‘tie-break’, donde Dimitrov estuvo intratable, celebrando emocionado el triunfo que le devuelve a la pelea por las grandes cosas.
Fue la segunda victoria de Dimitrov en ocho enfrentamientos a Tsitsipas, que vio cortada su buena racha de juego.
“Es irreal para mí, es uno de los mejores competidores del circuito, es muy agresivo en cada punto, no puedes relajarte, es Top-10 desde hace tiempo”, dijo Dimitrov desde la pista tras su triunfo.
“He trabajado muy duro en los últimos meses, no siempre es fácil”, añadió tras festejar a lo grande con los suyos el éxito.
A sus 32 años, el domingo jugará por su noveno título, el primero desde el Masters de 2017.
Tsitsipas, que llegaba a semifinales sin perder ni un set, fue eliminado de nuevo en la penúltima ronda, como el año pasado, cuando cayó ante Djokovic. Al menos se va de París con la clasificación para el Masters, que se disputará a mediados de noviembre en Turín.