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Por Luz Élida Molina Marín
De manera jocosa, Julián Andrés Álvarez afirma que hasta nombre paisa tiene, y por eso, el argentino está feliz en tierra antioqueña, con un gran reto, formar la selección Antioquia femenina de voleibol y ganar los Juegos Nacionales de 2023.
Siempre tuvo ganas de vivir en Medellín, por eso ante la propuesta que le hizo el presidente de la liga, Helder Acevedo, no lo pensó mucho, y tan pronto pudo empacó maletas para venir a formar una estructura fuerte, interdisciplinaria y hacer un análisis completo de las jugadoras para definir el plan con el que espera reforzar todas las áreas y lograr que el volei paisa crezca en nivel, técnica y táctica.
Hace un mes llegó y no ha parado, ha cumplido con una maratónica tarea y ya cuenta con 25 jugadoras a las que analiza día a día en el coliseo Yesid Santos, un escenario del que dice es hermoso, pero del cual anhela que fuera en madera, pues es el material en el que mundialmente se juega este deporte.
EL COLOMBIANO habló con el estratega sobre su llegada, expectativas y los retos que asumió.
¿Cómo se dio su llegada a Antioquia?
“Cuando terminé de disputar el Preolímpico con Colombia volví a Argentina y el presidente Helder me llamó para hacerme la oferta. La verdad me sorprendió mucho, para bien, porque conocía Medellín y varios lugares de Antioquia no solo por haber estado con la Selección sino porque vine en varias ocasiones a visitar amigos y siempre fue un lugar que me gustó mucho”.
¿Qué le gusta de la región?
“Muchas cosas, me encanta para vivir porque la gente tiene un trato muy agradable, simpático, son buenos anfitriones y porque en el deporte y en especial en el voleibol es uno de los pocos departamentos que tiene muchos clubes y la competencia en importante, similar a lo que sucede en Argentina donde hay partidos constantemente”.
¿Qué referencia tenía de las jugadoras antioqueñas?
“Estuve en Juegos Nacionales y vi que tienen jugadoras con mucho potencial, muy fuertes, que son competitivas y me parece que se puede hacer un proyecto para ganar las justas, lo cual es mi gran desafio, porque no solo es cambiar de país sino venir con la idea clara de ganar los Juegos”.
¿Qué fortalezas encontró?
“Nosotros con el equipo femenino y haciendo un análisis de las diferentes categorías incluidas las mayores, sabemos que no tenemos jugadoras más altas o más fuertes de las que tienen Valle y Bolívar, pero si podemos jugar muy bien al voleibol, porque eso no tiene nada que ver con la altura, por eso vamos a buscar tener muy buena técnica, para jugar mejor y ser campeones. El potencial es alto y el trabajo que tenemos que desarrollar es arduo, la competencia está se trabaja bien y vine a aportar lo que considero que es importante para mejorar el volei y entre todos podemos trabajar en pos de armar un gran equipo”.
¿Cuál va a ser su estrategia para lograr ese ascenso?
“Estamos trabajando de la mano con los entrenadores de los clubes y los municipios es vital que ellos comprendan que son claves para nosotros, que lo que queremos es una labor en conjunto con un mismo objetivo y la idea es que ellos se integren para que vean lo que estamos haciendo en la Selección y lo apliquen, no quiero que piensen o entrenen con mis ideas, sino que entre todos consolidemos un plan para potenciar más a las jugadoras, no se trata de hacer doble esfuerzo sino unirnos en pro de hacer más grande el nivel de Antioquia”.
¿Cómo ha desarrollado hasta ahora su plan?
“Desde que llegué, hace un mes, he tenido la colaboración de todos, pude ir por varios municipios donde organizaron partidos amistosos para ver el desempeño de las jugadoras y empezar la selección de las que ahora entrenan acá, haciendo el proceso”.
¿Qué lo sorprendió en esa correría por los municipios?
“Acá se juega mucho y el nivel en categorías inferiores es muy bueno, ahora el análisis está en descubrir por qué al llegar a mayores nos cuesta tanto ganar, una de las cosas que he observado es en el cómo jugamos, en las menores hay torneos muy importante como el Festival de Festivales, se entrena mucho y muchas horas, eso permite que se tengan mucho volumen y muchos partidos amitosos lo que hace que desarrollen un buen juego y cuando pasan de categoría tienen que perfeccionar su nivel, la técnica, la táctica individual y el cómo jugamos como equipo, que es en lo que ahora estoy enfocado para aumentar ese nivel y convertirnos en ganadores. Tenemos jugadoras con muy buen potencial, muy jóvenes con buena talla y eso es importante”.
¿Cómo es el trabajo ahora?
“Entrenamos todos los días en el coliseo, en dos horarios, desde las 7:30 de la a.m. con un grupo y a partir de la 1:30 p.m. con otro, tenemos una combinación de 25 jugadoras entre mayores y las juveniles que vienen con proyección, queremos irlas llevando de la mano para que crezcan y aprendan a complementarse”.
¿De qué regiones son estas jugadoras que seleccionó?
“Tenemos deportistas de Urabá, Rionegro, Carmen de Viboral y del Área Metropolitana, la idea es observarlas a todas, por eso quiero seguir con las visitas a los municipios para ver más jugadoras”.
¿Cuál es el calendario de competencias que tienen?
“En julio tenemos un torneo y en agosto el Campeonato Nacional mayores, además con la creación de la Liga profesional de Voleibol, que considero es un avance importante en busca de la profesionalización de este deporte en el país, seguro vamos a poder hacer bastante fogueos, la idea es no solo tener competencia de preparación a nivel local y nacional sino a futuro mirar la opción de hacerla también fuera del país”.
¿Hay talento para llegar a nivel profesional?
“Sí, hay mucho potencial, jugadoras que seguro si siguen trabajando fuerte puede llegar a las ligas internacionales, no solo a la de Estados Unidos y jugar becadas, sino a las que tienen competencia, liga profesional, hay diferentes ligas en el mundo donde ellas pueden ir para seguir mejorando, donde se puede vivir del voleibol, seguro, no con los salarios que se ganan en fútbol, pero si con una contraprestación que le permita vivir de forma profesional”.
Periodista de la Universidad del Quindío. Cuyabra hasta los huesos y mamá de un milagro llamado Mariana, amante de la salsa y apasionada por el deporte.