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Una nueva variante del rugby que trata de abrir espacios, esta vez, jugado en playa, se pudo apreciar, en toda su intensidad, el fin de semana en la Universidad Nacional, donde se vivieron dos días de fiesta deportiva.
Deportistas del rugby paisa aprovecharon las canchas de fútbol playa de este plantel educativo para realizar la segunda edición del torneo.
“La idea principal es ocupar estos espacios deportivos y mucho más cuando el año pasado, que efectuamos la primera edición, fue todo un éxito”, manifiesta Sol Delgado, una de las organizadoras.
En el evento participaron jugadoras de rugby que juegan en diferentes clubes, pero que en esta ocasión se someten a reglas diferentes.
“Solo son cinco deportistas por equipo (normalmente son 15) y se juegan dos tiempos de cinco minutos cada uno. La idea es de pura recreación. Incluso también se aprovecha para realizar otras actividades. Este año se hizo el juego de la rana, tenis de mesa y pistas jabonosas. Creo que este ha sido el plus para tener tanto éxito”, dice Delgado.
El campeonato se cumplió en ambas ramas, con ocho equipos de varones y el mismo número de mujeres. los campeones fueron Corillo y Gatos Moiras. “Más que un título, importa es la integración entre la gente del rugby. Este año hubo representantes de Copacabana, Sabaneta, La Estrella, Envigado, Bello y Medellín. Esto demuestra la gran acojida y por eso estamos muy motivados para empezar a pensar en el tercer año”.
En el primer torneo les ayudó el departamento de Binestar Universitario, en este, no tanto, por los problemas que se han vivido, pero aspiran a poder tener una mejor financiación en el 2020.
A Sol, estudiante de Historia y entrenadora de rugby de la Selección femenina de la U.N. le queda claro que con este torneo “cumplimos con una fiesta deportiva y ganamos con una experiencia diferente” .