cody Simpson, Justin Bieber y Austin Mahone, además de ser jóvenes, bien parecidos, cantantes y vender miles de discos en el mundo, comparten otra característica, una a la que deben su actual éxito: son estrellas que emergieron de la plataforma de video más popular mundialmente: YouTube.
Son casi 10 años desde que esta página vio la luz con el video Me at the Zoo (Yo en el zoológico) y desde aquel momento su crecimiento de usuarios y horas de video ha sido imparable.
Esperar los conteos de MTV y alistar el VHS para grabar los clips más populares pasó a un segundo plano para quienes tenían acceso a la web, ya bastaba con ingresar a YouTube y buscarlos. No obstante, el tema de propiedad intelectual obligó a los sellos discográficos a retirarlos, lo que terminó provocando una alianza entre dichos sellos y YouTube para crear Vevo, una plataforma que la industria musical supo aprovechar para promocionar sus artistas mediante videos musicales de calidad.
Las redes sociales, las aplicaciones y páginas diseñadas para consumir productos legales han obligado a la industria musical a reinventarse en un mundo que pasó de lo análogo a lo digital, de la vida privada a la vida pública y donde las personas son las que marcan las pautas de consumo.
Un estudio de Nielsen destaca que las tendencias musicales en los Estados Unidos están siendo impulsadas por un grupo de consumidores conformado por los públicos hispano, afroamericano y estadounidenses de origen asiático. “Están adoptando rápidamente nuevas formas de consumir música”, dice.
Lo hacen por medio de las redes sociales y la tecnología, con un mayor porcentaje en YouTube, Pandora y Facebook, destaca el estudio. Por eso, señala que las empresas interesadas en comprender el futuro de la música se beneficiarán si mantienen este grupo demográfico en crecimiento en lo más alto de su lista de interacción.
Next Big Sound, una compañía de Nueva York dedicada al análisis de datos de música online, ha demostrado cómo las aplicaciones y las redes sociales tienen la capacidad de predecir resultados futuros de los artistas y sus canciones, detectar qué es lo que va a triunfar.
Así, el Big Data, que vienen siendo los datos a gran escala, se convierte en una herramienta aliada para las casas disqueras. Lo que se escucha en Spotify, lo que se menciona en Instagram, lo que rastrea Shazam, es clave para saber qué artistas se están escuchando y quiénes lo hacen, con qué frecuencia y en qué ciudad. Las métricas tradicionales, que nos decían cuándo se vendía un CD, ya no son suficientes. Las plataformas sociales ya le ofrecen a la industria de la música una gran oportunidad para entender a sus fans.
Artistas y usuarios más cerca en redes
Aunque la cantidad de seguidores de algunos artistas se convierte a veces en noticia, más allá de los números es importante la buena reputación que ellos construyen en redes sociales.
Las claves para conseguirla pueden reducirse a: relacionarse con los usuarios, tener una personalidad definida y publicar contenidos interesantes. Algunos prefieren que esa tarea sea hecha por profesionales, otros se arriesgan a manejar a sus cuentas y, de esa manera, generar cercanía con sus seguidores, algo que era prácticamente imposible hace una década cuando para conocer en qué andaba un artista había que esperar las publicaciones que se hicieran de ellos en medios de comunicación.
Lo que tenemos ahora es un acceso casi que en tiempo real a sus vidas. Fotos en el estudio de grabación, de sus vacaciones, de su último concierto, en general de su cotidianidad.
Un cambio que se gestó gracias a las redes sociales y a la necesidad de los artistas de pertenecer a ellas - Madonna lo hizo abriendo una cuenta en Twitter para promocionar su disco MDNA en 2012- ya que si se les da un buen manejo logran promocionarse y posicionarse.
Rubén Vásquez, maestro en comunicación y estudioso de internet, menciona en el artículo “redes sociales e industria musical” publicado en Forbes México que “si la música quiere seguir siendo negocio, debe ofrecer algo más que simplemente música”, y agrega que en redes se trata de atraer a las personas por medio de historias y de la interacción.
Ahora es común que un cantante interactúe con sus fans por medio de redes como Twitter respondiendo preguntas por medio de un hashtags o que haga un streaming (video en vivo) contando alguna novedad de su carrera.
Para las grandes noticias, desmentir un rumor o afirmarlo, estos artistas prefieren sus redes sociales antes que salir a contarlo en un medio de comunicació.n, sus seguidores son los primeros en enterarse.
¿Son las redes entonces el principal medio de interacción entre artistas y seguidores? ¿Cambiaron la industria? Definitivamente sí, y el Big Data lo seguirá haciendo. El éxito de la canción Say Something fue pronosticado gracias a Next Big Sound, ¿cuál será la siguiente?.