La actriz cubana interpreta a Celia Cruz, en su etapa adulta, una historia para recordar a la Guarachera de Cuba.
Si había una actriz indicada para interpretar a Celia Cruz, en su etapa madura, esa era Aymée Nuviola, la cubana que protagoniza la telenovela que RCN produjo inspirada en la vida de la Guarachera de Cuba. Aymée, conocida como la Sonora del mundo, creció escuchando a Benny Moré y a Elena Burke en su natal Cuba y se enamoró de la música de Celia Cruz. Ahora es una de las protagonistas del nuevo dramatizado.
“Sí, hay algunas cosas que yo pensé que no habían sido así, especialmente temas de su enfermedad, que pese a que no se reflejan en la novela, descubrí durante el proceso de investigación del personaje. Es admirable la entereza que tuvo, a pesar de saber que su enfermedad era terminal y que no había otro final para su vida. Ella siempre estuvo trabajando para dejarle un legado a la gente que la amaba. Celia siempre permaneció alegre, impecable y linda para su público, eso me conmovió mucho”.
“Todo lo que gira alrededor de Celia tiene que ser amor, porque ella era eso: puro amor”.
“El peinado me lo hace Tony, que es mi estilista, fue la imagen que encontramos a medida que el pelo se ponía más indómito y yo no me quería peinar (risas). A la gente le llama la atención y yo me siento cómoda, porque no me gustan los peinados, esto es natural, medio salvaje”.
“Con cariño, hay que agradecerle a la gente que se tome el trabajo de acercarse, siempre he respetado mucho a los medios, porque son ellos los que nos ayudan a los artistas. No es el público el que hace al artista, sí lo apoya, pero el que lo hace son los medios, los que te suben o te bajan”.
“Es un gran honor y un orgullo y lo agradezco humildemente, porque se presentaron varios artistas y me eligieron a mí. El actor siempre debe tener esa responsabilidad y sentirla, cuando lo dejes de experimentar es que has perdido el amor por lo que haces”.
