El mundo del espectáculo también tiene su monarquía y en ella la cantante Britney Spears es la princesa del pop. Sus seguidores de todo el mundo cuentan los minutos para el estreno de Hold Me Closer, su regreso a la música –de la mano del británico Elton John–, tras años de ocupar los titulares de la prensa por sus visitas a los estrados judiciales.
Britney –de cuarenta años– fue el principal rostro del pop en inglés de la década de los noventa. Baby One More Time y Oops!... I Did It Again se convirtieron en himnos para millones de adolescentes en el planeta.
La historia de Britney –que parecía ser la de un ascenso al cielo de la fama– comenzó a derrapar en 2004, cuando en un impulso contrajo matrimonio en Las Vegas con Jason Allen Alexander, un amigo de la infancia. El contrato nupcial fue anulado 55 horas después. Jason irrumpiría en la vida de Britney en 2022 al colarse en su boda. Por ello fue acusado de acosar a la cantante. Otro de los hitos de su caída se dio en 2008, cuando quedó bajo el tutelaje de su padre, Jamie Spears. Tal decisión judicial significó que para cualquier asunto de su vida personal y artística la princesa del pop debía contar con el visto bueno del progenitor. El control era tan férreo que sus seguidores popularizaron el hashtag #FreeBritney. Desde principios de enero de 2008 hasta el 12 de noviembre de 2021, Britney vivió a la sombra de Jamie Spears. La historia del tutelaje se narró con detalles en el documental Britney vs. Spears.
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