Era septiembre del 2001 y faltaban pocos meses para que el actor Steve Buscemi, reconocido por haber aparecido en películas como Armagedón, Perros de reserva y Fargo, cumpliera 44 años de edad. El martes 11 de ese mes, dos aviones secuestrados por terroristas impactaron contra las Torres Gemelas, dos complejos de negocios en Nueva York, misma ciudad en la que Buscemi había nacido.
Un día después del atentado el actor se apareció en la compañía de bomberos número 55, misma en la que había servido durante cuatro años cuando tenía 23.
Durante una semana Buscemi trabajó turnos de doce horas mientras buscaba sobrevivientes entre los escombros del World Trade Center. El actor declinó fotografías y entrevistas mientras fungía como bombero, pero la historia se hizo pública con posterioridad.
Aunque esto puede ser cierto en muchos casos, suele creerse que la vida de las celebridades está compuesta únicamente por frivolidades y la ceguera de los flashes de las cámaras.
Sin embargo, algunas se esfuerzan en demostrar lo contrario: así ya hayan tenido ciertos asuntos económicos resueltos, las actrices Natalie Portman y Emma Watson han hecho pausas en sus carreras cinematográficas para terminar sus estudios universitarios. Portman es psicóloga de la Universidad de Harvard mientras que Watson tiene un título en literatura inglesa de la Universidad de Brown.
Así suene obvio, las celebridades no dejan de ser personas con aspiraciones laborales, intelectuales y demás, que en ciertos casos van más allá del cine o la televisión.
Algunas personas sueñan con ser famosas como Buscemi. Él, aunque tiene un título honorario, dice que fue un privilegio ser solo un bombero.