Katherine Porto no pierde la chispa y la alegría que ha caracterizado su carrera. Simplemente ahora es más tranquila, pausada y “racional”, tal como ella se define.
La actriz cartagenera estuvo de paso por Medellín en la promoción de la telenovela Un bandido honrado, en la que interpreta a una guardaespaldas que, por decisión de su jefe, debe cambiar el rumbo de su vida.
Este rol la llevó a extremos en su personalidad, rudeza y masculinidad, que nunca pensó alcanzar.
Luego de su paso por Los Ángeles y Ciudad México reconoce que su vida ha cambiado, que ahora piensa mejor las cosas, que es menos pasional a la hora de tomar decisiones.
¿Quién es Jopini, su personaje en el dramatizado Un bandido honrado?
“Jopini, tienen que adivinar por qué le dicen así, es la escolta personal de Ortega, un traqueto. Ella es una mujer ruda, agresiva, con manejo de armas y defensa personal. Es una guerrera a la que no le interesa el amor, está enfocada en conseguir dinero. Van a ver como a este personaje le transforman su mundo”.
¿Cómo fue el proceso de construcción del rol?
“Fue complicado al principio, para el trabajo físico contraté un entrenador personal que me enseñara a ser más flexible, más ágil, bajé un poco de peso, debí aprender a hablar como alguien de la calle, nunca me había tocado y pensé que no iba a alcanzar.
También logré encontrar un tono de voz bajo, más rudo, más grueso. Me costó mucho trabajo hablar como Jopini y moverme como ella hasta que asocié el personaje con un felino y así encajé.
Conectarme con la agresividad, con ese yang, con la energía masculina no fue fácil porque te vuelves agresiva. Había momentos en los que en mi casa me hablaban y la que respondía era Jopini, fue duro porque se me metía el personaje”.
¿Cómo se siente
haciendo comedia?
“Me va bien, en Los Ángeles estudié Comedy Intensive, aunque la comedia gringa es muy diferente, allá te enseñan a mandar todo arriba, manejan diferentes tonos y vas subiendo y subiendo. Acá se trabaja distinto, lo más importante es que lo que ocurra sea de verdad, no pasarse de chistoso, que sea humor de situación”.
¿Qué le dejó su estadía por Los Ángeles y México?
“Viajar es lo que más te llena de información, te resetea la vida, la creatividad, la mente, te afila para ser mejor, fue puro aprendizaje. El reto era cambiar a Katherine Porto, para aportar nuevas cosas y poder interpretar personajes como estos (Jopini), que me sacan de la zona de confort”.
¿Qué tanto ha cambiado, desde lo personal, en los últimos años?
“He crecido muchísimo en lo personal y espiritual, soy una Katherine más aterrizada, la que ya no le dice sí a todo, solo a lo que me hace feliz, una mujer con más consciencia de lo que dice y piensa. Entendiendo que todo en la vida es lo que tú decidas, mis decisiones son las que van a marcar mi destino” .
