Recorrieron 40 mil kilómetros durante seis meses y llegaron como si nada, las motos; porque sus conductores sí quedaron bastante cansados y, sobre todo, picados de zancudos, según cuenta Diego Carmona, quien junto a Andrés García partieron en el pasado mes de marzo de Colombia y luego de atravesar Centroamérica y Norteamérica montados en motos AK235 R llegaron hasta el punto más lejano al que se puede acceder en vehículo alguno en Norteamérica: Proudhe, en Alaska.
Durante esta travesía, la segunda que hacen a bordo de motos AKT, porque ya habían viajado por Suramérica en dos motos 125, los aventureros cruzaron 18 pasos fronterizos sin mayores problemas, excepto en Belize, en donde tuvieron que esperar un día.
También rodaron entre los más variados climas. "Lo más caliente que recorrimos fue el Desierto de la Muerte, con 53 grados centígrados a cuestas. Las motos no se recalentaron, pero nosotros sí", explicó en tono jocoso Diego Carmona al hacer un relato de las experiencias vividas durante este tiempo.
Inconvenientes graves durante el recorrido, por fortuna no se presentaron para ninguno de los dos.
En total siete pinchazos y una cadena reventada cuando se encontraban en la ciudad de San Francisco, en Estados Unidos, fue lo más complejo que tuvieron que resolver desde el punto de vista técnico y mecánico. Además de los normales cambios de lubricantes o líquidos.
¿Y las motos? Todo parece indicar que se comportaron a la altura. El promedio de consumo de combustible fue de 100 kilómetros por galón, dadas las diferencias entre los combustibles de los distintos países (unos de mejor calidad que otros) se repusieron pocos elementos. Además de la cadena y su kit de arrastre, también dos bombillos por motocicleta, tres llantas, por las baterías, como elementos sustanciales. Pero Andrés y Diego no acaban de llegar y ya piensan a dónde podrán viajar otra vez.
Pico y Placa Medellín
viernes
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