Las recientes noticias que conocimos sobre el futuro del Hotel Nutibara no son del todo alentadoras.
Se nos encoge el corazón al saber de las dificultades económicas que atraviesa esta insignia de la ciudad, símbolo de años gloriosos, en los que una cena, un baile de gala o una reunión importante, por definición, tenía como sede esta bella edificación, ubicada en el corazón de Medellín.
Y la tristeza aumenta, cuando sus directivos reconocen esta difícil situación y dejan claro, que si bien no hay una intención de cierre inmediato de las instalaciones del tradicional hotel, se buscan alternativas y no se descarta la liquidación.
Ojalá las medidas que se tomen sean oportunas, rápidas y vayan en beneficio de su plantilla de empleados. Es hora de que todos le demostremos afecto al Hotel Nutibara.
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