El próximo 14 de marzo comienza la que, quizá, sea la temporada que más cambios reglamentarios y en la configuración de los autos, ha visto la Fórmula 1 en sus años recientes. Además de los cambios en las plantillas de los equipos.
Pero frente a uno de los elementos importantes de la máxima categoría del automovilismo: el coche, el Gran Circo entra en una era a tono con las exigencias de una movilidad de menos impacto ambiental. Y por eso en la grilla de Melbourne partirán los que se pueden considerar primeros bólidos de Fórmula 1 en configuración híbrida.
Como lo anota el ingeniero mecánico y experto en temas de deportes a motor Felipe Benítez, estos nuevos motores tienen un componente de combustión interna, representado en el nuevo V6, y un componente de baterías de ion litio que recibirán carga de la energía producida por el sistema ERS, que reemplaza al KERS (ver infografía).
Pero no solo el interés por mejorar la relación con el ambiente, también los aspectos monetarios impulsaron la decisión de la FIA. “La introducción de los motores V6, también tiene un impacto en menores costos para el desarrollo de esta tecnología” explica Henry Bonilla, director del portal especializado F1Latam
Uno de los aspectos en los que más se notará la nueva configuración motriz de estos carros, especialmente para quienes siguen las transmisiones o incluso puedan asistir a alguna competencia, es el sonido. Ya lejos de ese sonido ronco que obligaba al uso tapones para los oídos, el sonido bajo varios decibeles. Incluso, en pits, solo se escuchará un leve zumbido del motor eléctrico.
Cabe anotar que en esta onda de apoyar el desarrollo de una industria más comprometida con el medio ambiente, también la Federación Internacional de Automovilismo Deportivo (FIA) avaló el desarrollo de una competencia fórmula, pero solo con carros impulsados por motores eléctricos: la Fórmula EV, que debe iniciarse en el mes de mayo.
La estética es lo de menos
A lo largo de los años, desde que en 1950 largó la primera carrera de Fórmula 1, son muchos los coches que los especialistas han considerado como bellos, desde el Alfetta, el Alfa Romeo 158 que corrió en ese año; pasando por el Mercedes W196; o en épocas menos añejas los Lotus 78 John Player, o el Ferrari 312 T3 de ese mismo año y, como no, el McLaren 89 conducido por el mismísimo Ayrton Senna; hasta el McLaren MP4 18 de 2003, entre otros.
Pero este año, a juicio de Henry Bonilla, la estética no es precisamente jugador principal. El morro más bajo ha obligado a soluciones más funcionales y con menos diseño que impacte al ojo. Al fin y al cabo no es un concurso de belleza.
Pero consideraciones estéticas a parte, otro de los efectos importantes que prevé a lo largo del campeonato Felipe Benítez es que, con la introducción de unas relaciones fijas para la caja de ocho cambios, sin importar el circuito que se corra, también limitan la velocidad de punta.
Y la estrategia del equipo será igualmente un factor determinante. Con 100 kilos como máxima capacidad permitida de combustible, la forma como se afronte cada competencia para ser eficiente en consumo será vital. No sería raro ver un carro parado a mitad de camino porque se acabó la gasolina, o, en el mejor de los casos, los pilotos levantando un poco el pedal para no ir a fondo siempre.
