Aunque en Colombia no existen estadísticas puntuales sobre las cirugías plásticas que se practican, los médicos especialistas en el tema aseguran que más de la mitad de estas intervenciones son operaciones secundarias o de corrección, ya que no dieron el resultado adecuado o tuvieron complicaciones en el posoperatorio.
Según el médico cirujano general de la Universidad Nacional, Alan González, actualmente el porcentaje de cirugías plásticas de corrección o secundarias que se realizan en Colombia está entre el 50 y 70 por ciento, cifra que se ha incrementado en los últimos 10 años, ya que antes oscilaba entre el 15 y 20 por ciento.
Este aumento se debe principalmente a fallas que se derivan de la técnica quirúrgica que el cirujano aplique en el momento del procedimiento, como también al desconocimiento que existe por parte de los pacientes de las condiciones de la intervención, por lo que muchas veces no quedan conformes con los resultados obtenidos.
González señaló que la responsabilidad recae en aquellos que sin tener un estudio preliminar, practican cirugías. “Muchas personas que se creen con las habilidades, a pesar de no ser cirujanos plásticos, sacan avisos publicitarios donde los pacientes van a sus consultorios y terminan con deformidades importantes”.
Respecto a las malas prácticas en las operaciones plásticas, el médico cree que este tipo de intervenciones quirúrgicas fallidas son contrarias al espíritu de su especialidad, mejorar la vida de las personas. “Es muy triste ver a personas llenas de ilusión y deseos que creyeron que una cirugía plástica generaría un cambio positivo, y en cambio, por falta de criterio su vida se transforma en una tragedia”.
Contrario a esto, Iván Santos, médico y cirujano de la Universidad Javeriana, señala que “muchas veces esas cirugías correctivas no son porque el paciente esté mal operado, sino porque no se le aclaró que la cirugía no producía cierto efecto”.
Esto justifica la falta de conocimiento por parte del paciente, quien se somete por decisión propia a una serie de cambios en su cuerpo, creyendo que este será único, y el cambio perdurará, sin imaginarse los costos que acarreará en un futuro.
“Por ejemplo en una cirugía de nariz, el paciente debe saber que es normal y en muchas oportunidades es necesario practicar dos cirugías, por lo que se debe contar con el dinero, si no se tiene el dinero, es mejor no hacerlo”, puntualizó el médico.
Implantes no son eternos
En la actualidad este problema es más común en las mujeres, quienes acceden a los implantes mamarios pensando que durarán para siempre, situación que no es así, pues tarde o temprano tendrán que retirarlos o quitarlos.
Siendo la mamoplastia la segunda cirugía plástica más realizada en Colombia, 58.298 cirugías de aumento de senos fueron realizadas en el país durante el 2012 según el Isaps (International Society of Aesthetic Plastic Surgery), es frecuente que pacientes operadas de sus senos vuelvan al quirófano para que les corrijan mamoplastias fallidas.
Advierte el cirujano plástico que se deben esperar “mínimo 3 meses antes de someterse a una segunda operación”. En el caso de las deformidades, “el abordaje puede ser alrededor de la areola, en forma de L principalmente y las características del movimiento de los tejidos, estará en dependencia al grado de deformidad”. Lo más importante, indica el cirujano, “es buscar un resultado donde predomine el tamaño proporcional al contorno y la forma de seno”
En materia de implantes el cirujano plástico Alan González recomienda “los de silicona altamente cohesiva, superficie texturizada y de preferencia aprobados por la Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos (FDA) que se caracterizan por su superficie microtexturizada, la seguridad de sus componentes, y la multiplicidad de formas y tamaños, acorde a las necesidades específicas, y que es un factor primordial en la actualidad”.
El fondo de todo esto radica en la falta de educación por parte del paciente, señala Santos, que a su vez sustenta que todo se trata de una lucha entre la ciencia, la academia y la ética médica contra el mercadeo y el dinero.
También se estima este incremento de manera proporcional con el aumento de ofertas publicitarias que persuaden a los colombianos, llevándolos a tomar decisiones trascendentales sin estimar las consecuencias.
“El colombiano promedio en condiciones normales lo último que busca son las condiciones de calidad, solo busca ahorrar plata”, resaltó Iván, “es muy fácil que las personas caigan engañadas en promociones de 'cirugías baratas'”.
El cirujano Alan González destaca que “la persona al momento de acudir al especialista debe concientizarse que es una decisión para la vida y de por vida”, enfatizando que el cambio realizado tras la intervención acompañará al paciente hasta el último de sus días.
