Ni el oro en los Juegos Mundiales o las seis medallas de Juegos Suramericanos. Santiago Mejía no se dejó deslumbrar con el oro, sacó su mejor juego, y se metió en todas las selecciones Colombia de bolo, por encima del medallista Manuel Otálora.
Tras una semana de selectivo, en el que los bolicheros tuvieron que lanzar de día y noche, el antioqueño Mejía logró un batacazo: meterse en todas las selecciones Colombia para 2011, y dejar por fuera de Juegos Panamericano a la gran figura nacional, el bogotano Otálora.
"Es un logro que no lo esperaba. Me había preparado para estar entre los seis seleccionados, pero estar entre los primeros dos, que irán a los Juegos de Guadalajara, me genera una alegría inmensa y una satisfacción por lo realizado", sostiene Santiago, de 28 años, y sicólogo deportivo graduado, que trabaja con algunos deportistas del Club Campestre.
Luego de una maratón de 56 líneas jugadas, que en total representan casi 600 lanzadas en seis días, Santiago logró 11.865 puntos, para un promedio de 211,88 pines por línea, lo que le valió el segundo lugar del selectivo, solo por debajo del bogotano Jaime Andrés Gómez (12.052 y promedio de 215,21).
Por detrás de Santiago quedaron Manuel Hernando Otálora (211,61), quien fue el ganador de la medalla de oro en este deporte en los Juegos Mundiales de Kaohsiung-2009, y séxtuple ganador de oro en los Juegos Suramericanos de Medellín. También se quedaron los risaraldenses Fabio García y Jaime González, quienes, junto a Jaime Monroy, completan el equipo que estará, al lado de Mejía, Gómez y Otálora, en los campeonatos centroamericanos (en marzo en Guatemala) y Panamericano (en México, en mayo).
"El secreto para lograr este buen resultado fue conocer la pista y sus aceitados. Para cada competencia se ponen diferentes cantidades y formas de aceite y eso ya se puede hacer en la bolera nueva. Antes, en la bolera Acuario, no teníamos cómo hacerlo y era dar mucha ventaja", sostiene Mejía, quien ahora entrena en la nueva Bolera Municipal, ubicada en la unidad deportiva de Belén.
Santiago, quien hizo parte del equipo que ganó el oro por ternas en el pasado Nacional, junto a Juan Esteban Ortega y Santiago González, ya suma 22 años en el bolo, desde que su papá lo llevó a jugar, a la edad de seis años, y cuando la bola era como levantar un mundo al lanzarla.
Hoy, un par de décadas después, es el mejor jugador antioqueño y entrenador de la selección departamental, que busca arañarle, de a poco, medallas a Bogotá, que en esta disciplina se plantea casi invencible.
"Pero estamos en ese proceso, de acortar distancia y que Antioquia sea, por lo menos, protagonista. Sabemos que ser los mejores está complicado por ahora, pero tenemos que hacer que Antioquia vuelva a sonar", anota el antioqueño, quien no comió de medallas y le midió el aceite al medallista de oro de los Juegos Mundiales.
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