El 30 de septiembre el expresidente Álvaro Uribe trinó indignado pidiendo respetuosas explicaciones a la Policía y al Ministerio de Defensa por el nombramiento en 2005 del General Flavio Buitrago como su jefe de seguridad. (Ver twitter @AlvaroUribeVel).
Lo hizo ya que Buitrago fue capturado ese día por presunto lavado de activos y sus nexos con el narcotraficante alias 'El Papero'.
Hasta ahora ni la Policía ni el Ministerio de Defensa han contestado a la pregunta del mandatario y la razón para eso es que la única respuesta a quién nombró a Buitrago en ese cargo es: usted señor Presidente.
El general Buitrago reemplazó en el cargo de jefe de seguridad de Uribe, al hoy preso en Estados Unidos, Mauricio Santoyo.
Como se estableció en el momento del escándalo de Santoyo, según el numeral 13 del artículo 189 de la Constitución nacional, corresponde, exclusivamente, al Presidente de la República el nombramiento de su secretario de Seguridad, entre otros cargos. (Ver Constitución).
Presidencia hace esa asignación por medio de un decreto, y ni siquiera se exige que quien ocupe la posición sea un Policía, ya que también puede ser un miembro de la Fuerza Aérea, de la Armada, del Ejército, o, incluso, un civil que cumpla con los requerimientos. Así, el gran requisito para el cargo es: ser una persona de confianza del Jefe de Estado.
Hasta ahora ningún presidente en Colombia ha requerido asignación alguna de la Policía, ni tampoco del Ministerio de Defensa, para firmar esos decretos.
Como en el proceso de Santoyo, y ahora en el caso de Buitrago, el nombramiento de estas personas como secretarios de Seguridad fue una atribución exclusiva del presidente Álvaro Uribe.
Demostrado.
Pero si quedan dudas de eso, el decreto número 2048 de 2005, las despeja. En ese documento el presidente Uribe firma personalmente el nombramiento del, en ese momento, coronel Flavio Eduardo Buitrago Delgadillo, para el cargo de secretario para la Seguridad presidencial.
La firma del presidente se reconoce debajo de la parte que establece: publíquese, comuníquese y cúmplase. (Ver Decreto del 17 de junio de 2005).
Y así se hizo.
La relación del Presidente Uribe con Buitrago, y antes con Santoyo, fue tan cercana, que estos oficiales fueron incluidos en los reconocimientos de la primera edición de su libro "No hay causa perdida".
“Estaré siempre agradecido con los generales Flavio Buitrago y Mauricio Santoyo, el almirante Rodolfo Amaya y el coronel Eduardo Ramírez (…)”, escribió el expresidente. (Ver agradecimientos primera edición).
Para la segunda edición de su exitosa obra, Uribe borró de los agradecimientos al general Santoyo luego de que fuera encontrado culpable de nexos con paramilitares. (Ver agradecimientos segunda edición).
Ahora, al conocerse la investigación en contra de Buitrago, el Presidente nuevamente trató de poner distancia con esos nombramientos pidiendo explicaciones de quién los había designado, cosa que está clara, y posteriormente dijo que no descarta que Buitrago sea sacado de la tercera edición de su libro, que está por salir.
Vale la pena tener la colección completa de sus ediciones para hacerle seguimiento a esos agradecimientos y al relativo significado que para el Presidente tiene la palabra “siempre”.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
