Uno de los cambios más importantes que se vienen dando en el desarrollo agrícola a nivel mundial es la irrupción de la biotecnología. Aunque, como lo señala Agro-Bio, asociación colombiana sin ánimo de lucro que tiene como principal función respaldar, promover y difundir el desarrollo de la biotecnología agrícola y sus aplicaciones prácticas, "la biotecnología, tal como la conocemos actualmente, empezó en los años 50 con el descubrimiento que James Watson y Francis Crick hicieron de la estructura de la molécula de ADN. A pesar de que parezca un descubrimiento moderno, la biotecnología no es un campo nuevo de actividad empresarial; su desarrollo se remonta a varios miles de años cuando el hombre aprendió, aunque sin entender los procesos, a producir pan y otros productos como el queso, la cerveza y el vino".
La biotecnología se define como la técnica o el conjunto de técnicas que utilizan organismos vivos, partes o moléculas vivas de un organismo para obtener o modificar productos, para mejorar plantas o animales o para desarrollar microorganismos para usos específicos. En la actualidad, los campos de aplicación de la biotecnología no se limitan a la agricultura; esta técnica se aplica, además, en la salud humana y animal, en la industria y en el ambiente. Algunos de los campos de aplicación en agricultura son: desarrollo de sistemas de diagnóstico de enfermedades, producción de agrobiológicos (el uso de organismos vivos o de las sustancias producidas por ellos para mejorar la productividad de los cultivos o para el control de plagas y malezas, cultivo de células y tejidos in vitro, cultivos genéticamente modificados mediante tecnología de genes, conservación de germoplasma y estudios de diversidad, evolución, genética de poblaciones y programas de mejoramiento).
Alrededor del mundo, la producción de productos de biotecnología para uso en la agricultura es creciente y muy interesante. Según Agro-Bio, por ejemplo, en Estados Unidos, y con el apoyo del Departamento de Agricultura de ese país (USDA), se trabaja en la producción de líneas de soya resistentes a la sequía y que, a la vez, tienen mayores rendimientos. En Japón, luego de casi dos décadas de investigación científica, se logró producir tanto en el laboratorio como en condiciones naturales las primeras rosas azules del mundo. Este hecho, que tradicionalmente se había considerado como un símbolo de lo imposible, ya que el gen que produce el tono azul no se encuentra de manera natural en las rosas, abre amplias posibilidades de comercialización a nivel mundial. Igualmente, se ha conseguido variedades de rosas que brillan en la oscuridad.
Por su parte, en Australia, un grupo de científicos de la Queensland University of Technology ha desarrollado, a nivel de laboratorio, una variedad de banano resistente a la enfermedad de Panamá, que es devastadora para este cultivo. Asimismo, los científicos están utilizando la misma tecnología para mejorar el contenido nutricional de las frutas, en especial el banano. El CIAT, en Colombia, adelanta un conjunto de 6 proyectos en la modificación genética de la yuca. Entre estos proyectos está la reducción de cianuro, la modificación de las características del almidón, el aumento de la materia seca y la producción de etanol para su uso en biocombustibles.
No obstante estos resultados y numerosos más alrededor del mundo, muchas personas y grupos de diversos países presentan serias resistencias a la comercialización y masificación en el consumo de este tipo de productos derivados de la biotecnología. Esto plantea un profundo debate dentro de la comunidad científica mundial que, en la medida en que se desarrolle y se supere, muy seguramente concluya en lo que las dos especialidades tienen en común: la vida.
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