Una de las diversiones que teníamos de niños en Sopetrán era la de hacer enfurecer el perro de un tío que por permanecer amarrado, desarrollaba una fiereza aterradora.
Como los niños tienen una tendencia a la crueldad, nos íbamos a la casa del tío y con los primos nos subíamos a una tapia, bien lejos del alcance del perro. Milor, al vernos, empezaba a gruñir y nosotros a lanzarle frutas de mamoncillo o granos de maíz. Esto hacía enfurecer al can, que con fuertes ladridos, amenazaba con romper su cadena y lanzarse sobre la tapia donde estábamos encaramados.
Al mirar el cierre de la campaña presidencial en Venezuela y escuchar los insultos, las mentiras y los ataques de Hugo Chávez Frías a su opositor Henrique Capriles, no pude menos de recordar la figura aterradora para mi mente de niño de un perro con sus fauces abiertas, mostrando los colmillos que destilaban saliva y sus fuertes ladridos resonando aún en mis oídos.
El presidente paracaidista lleva 14 años en el poder dictatorial disfrazado de democracia, pero ahora al ver a un hombre, Capriles, que infunde confianza en los venezolanos y amenaza con llegar al poder respaldado por sus conciudadanos, se siente acorralado y eso despierta su furia.
Los mamoncillos que le lanza “el Flaco” a la fiera revolucionaria son: ¿Qué tiene que ver el dictador iraní con Bolívar para que Chávez le haya regalado dos veces la espada del Libertador? ¿Por qué se van millones de dólares producidos por el petróleo venezolano a aliviar las miserias comunistas de Cuba, Nicaragua y Bolivia, en lugar de solucionar necesidades del pueblo venezolano?
Milor responde con centenares de buses pagados por su gobierno para que los empleados oficiales asistan a su cierre de campaña. Se les da a los obreros y funcionarios estatales día libre para asistir a la manifestación.
Acusa a Capriles de financiar su campaña con dineros de la mafia y con entregarse al imperialismo yanqui. Amenaza a los trabajadores oficiales con el despido si no votan por la reelección.
La suerte está echada. La campaña terminó. Descansaremos de los ladridos del coronel paracaidista, pero haremos fuerza hasta el domingo para que Dios se acuerde del gran pueblo venezolano y los libre de ese perro suelto.
Le pedimos al Supremo Juez que les dé valor a los ciudadanos conscientes de Venezuela para que tengan el valor de votar en contra de la dictadura oprobiosa y lleguen las fuerzas de la democracia al poder.
Tan distinta la campaña americana por la Presidencia con los dos contrincantes saludándose de abrazo ante las cámaras y mostrando sus cartas con transparencia y de frente. Da gusto ver a un Barack Obama y un Mitt Romney exponer sus ideas contrarias en franca lid.
ÑAPA: En los soterrados ataques al vicepresidente Angelino Garzón por incapacidad laboral y en la ausencia de candidato presidencial a la terna para la Procuraduría, nadie le está echando la culpa al presidente Juan Manuel Santos , quien gracias a Dios salió bien de su operación, pero muchos pensamos que sí parecen cosas de un Santos terrenal.
“Yo no me acuerdo de haber dicho nada, pero sí parecen cosas mías”: Don Ramón Martínez Barberi.
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