Si un ciclismo tiene que estar agradecido con Antioquia, es el de Europa.
Y esa gratitud debe venir de los equipos que han empleado a muchachos formados en el cuadro profesional del departamento, que antes se llamara el Orgullo Paisa.
"La clave de este programa de 18 años, es el ciclismo de los municipios. Cuando hay escuelas o procesos de formación en los pueblos, el equipo de Antioquia está listo a orientarlos".
Esa es la percepción de Rigoberto Urán (Sky) de su vinculación al elenco que lo proyectó hacia el Viejo Continente, donde sueña con convertirse en el mejor joven del Tour de Francia de este año.
Con casi 20 años en el mercado del pedal, este esfuerzo que nació en 1993 de mano del gobernador Juan Gómez Martínez y de su asistente Ramiro Valencia, el elenco se volvió, no solo en el decano de los cuadros nacionales, sino en un forjador de personas y deportistas.
"El equipo de Antioquia es el semillero más grande del país. Es un orgullo hacer parte de él", destaca Daniel Jaramillo, 20 años, nacido en Jardín, quien la semana pasada fue campeón de la Vuelta de la Juventud y que se prepara para la Vuelta a Antioquia.
Eso dice uno de los ocho sardinos que han conquistado con este uniforme la ronda juvenil. Mientras tanto, otro de los talentos, Sergio Luis Henao, se dispone dentro de poco a defender el cetro de la Vuelta a Colombia, esa que se ganó como equipo por primera vez en 1993, con el esfuerzo de Carlos Mario Jaramillo, hoy técnico del cuadro.
De lo que se ha logrado con el paso de los años y de las competencias, hay algo que ejemplifica la labor impulsora de la formación antioqueña, que para su existencia requiere siempre de la voluntad política.
Mauricio Ardila (Geox) acumula su octavo Giro de Italia, mientras que otro de los corredores surgidos de este programa de la Gobernación de Antioquia, el rubio Carlos Alberto Betancur (Acqua & Sapone), se convierte en el más joven de la carrera del país de la bota, a los 21 años.
"No basta con ganar aquí. Lo fundamental es cumplir todo el proceso, formarse como persona y atleta, para dar el paso decisivo. Hay que ir allá a conocer, tener capacidad de sacrificio y saber aprovechar las oportunidades con mucha humildad y paciencia", dice Urán.
El mismo Rigoberto, que se prepara para competir en el Dauphiné Liberé y el Tour de Francia, sabe el secreto. Poderle sacar provecho al talento, a base de ganar y superar los momentos malos que se viven en Europa, especialmente motivados por la soledad y el cambio de ambiente.
"Este equipo de la Gobernación de Antioquia-Indeportes, es el símbolo y la imagen de una raza pujante, que es reconocida por el ciclismo europeo", relata emocionado su administrador Jesús Piedrahíta. A su vez, el gerente de Indeportes, Julio Roberto Gómez, le insiste a los integrantes: "Ustedes se deben formar aquí, porque con sus cualidades, varios pueden ir a Europa, pero no en condición de gregarios, sino de líderes".
Y si de algo tiene que estar agradecido el ciclismo del otro lado del Atlántico, es de este cuadro que se convirtió en la mejor de las escuelas formadoras del país. Toda una cantera del pedal.
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