Mango de Valledupar; piña de Armenia y Pereira; uchuva, mortiño, mora y fresa de La Ceja, El Retiro, La Unión, Rionegro y San Vicente. Estas frutas, transformadas en salsas y vinagretas, están dándole sabor a los platos de los canadienses.
Hace siete meses que Marco Aurelio Mejía, gerente de la microempresa Base Cook, vio este mercado como una oportunidad para llevar sus productos exóticos.
Hoy, gracias a un trabajo de nueve años y de conquistar el mercado nacional, esta empresa especializada en la elaboración y comercialización de salsas, vinagretas, syrups (miel de maple) y ajíes, ganó un espacio en el mercado canadiense.
En lo que va del año, ha hecho 10 exportaciones a Canadá, con más de 300.000 vinagretas de su línea exóticas, bajo la marca Haiku. Esto le ha significado un crecimiento en las ventas del 90 por ciento comparadas con el 2010.
¿Cómo llegó a Canadá esta pequeña empresa que hasta hace unos meses tenía 15 empleados y hoy son 45? ¿Cómo hizo para que sus productos se vendan hoy en los supermercados Maxi, Loblaws, Provigo, Iga y Metro de este país?
Marco Aurelio responde con seguridad que con innovación y con productos diferenciados logró llegar a un mercado gigante, de 34 millones de habitantes, con un ingreso per cápita cercano a los 40.000 dólares.
Por eso, desde el principio, esta empresa que nació como un emprendimiento, se cimentó sobre un programa de comercio justo que compra directamente a los campesinos la materia prima y empleando a madres cabeza de familia.
"Hablar de una vinagreta de piña picante, mango y cilantro o frutos rojos, por citar algunos, es hablar de productos únicos en el mercado y que difícilmente se pueden conseguir sin la variedad de frutas que tenemos en Colombia. Si a esto le añadimos valor agregado, hay forma de competir en el mercado canadiense", asegura Mejía.
Con el inicio formal del TLC, lo que viene son ganancias, añade el joven empresario, quien busca seguir ganando espacio en este país a punta de innovación, de productos diferenciados que, insiste, son claves para ganarse el corazón de un mercado como el canadiense que si bien es un gran consumidor, no compra por comprar.
Lo que exportamos
Lo paradójico es que mientras todavía se discute el TLC con Estados Unidos, el acuerdo con Canadá pegó primero, lo que permitirá aprovechar materias primas como cereales y maquinaria canadiense, mientras que de aquí para allá se abre el espectro a una economía sólida.
Según la Cámara de Comercio de Medellín, al cierre del año pasado, la balanza comercial entre Antioquia y Canadá es desfavorable para la región en más de 30 millones de dólares. De enero a mayo el departamento había vendido a ese país 20,5 millones de dólares, mientras que las importaciones sumaban 36,1 millones de dólares.
El café ocupa el primer lugar en las exportaciones, seguido por flores, prendas de vestir, máquinas y preparaciones alimenticias.
Jaime Echeverri Chavarriaga, vicepresidente de Planeación de la Cámara de Comercio, explica que el Tratado de Libre Comercio con Canadá es una oportunidad única para ampliar el espectro de la región.
Menciona que además de los productos tradicionales como las confecciones, textiles o cueros que se pueden beneficiar, es hora de diversificar las exportaciones. Explica que Canadá está consumiendo de manera creciente servicios que Antioquia empieza a desarrollar: salud, tecnologías de la información e ingeniería.
Apuestas en telemedicina, outsourcing y BPO son una oportunidad, así como los servicios alrededor de la industria minera. También hay grandes posibilidades en materia de transferencia tecnológica, teniendo en cuenta que el agro canadiense está bastante tecnificado.
Para Clemencia Vélez, gerente de Bosi, compañía que fabrica productos en cuero, ir a ese país es una opción que se mira con interés.
"Actualmente no exportamos a Canadá, pero vemos con muy buenos ojos las oportunidades que se deriven del TLC, porque es el primer país importador per cápita del mundo y eso no puede ser ajeno a nuestra empresa y para los empresarios antioqueños", dice.
"Los canadienses son consumidores exigentes y los café especiales, gourmet, los podemos desarrollar mucho más. La industria de licores también tiene grandes oportunidades. En el corto plazo tenemos que hacer misiones comerciales hacia Canadá para conocer el país y para que ellos conozcan la región... Hay que mirar más a Canadá", concluye Echeverri.
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