Una biblioteca debe pensarse en función de su utilidad, pero teniendo en cuenta la parte estética. Puede ser elegante e imponente o de líneas rectas y simples. La tendencia actual son muebles sin respaldo, es decir, tablones flotantes cuyo fondo es la pared, complementado con algunos decorativos. Una distribución puede organizarse a lo largo de la pared, de extremo a extremo. Otra alternativa, es una pequeña área, llevando los tablones de piso a techo. Las bibliotecas no son exclusivas del estudio. Es importante tener en cuenta que si son libros de uso pero no bonitos, deben ir preferiblemente tapados con puertas. En este caso, en muebles compactos y dependiendo del estilo será madera o chapillas o mezcla de éstas con vidrio, acero y materiales contemporáneos. Cuando se quiere tener una habitación exclusivamente de biblioteca, lo ideal es amoblarla completa para tal fin, adicionando una mesa o superficie de trabajo.
En algunos casos, también se utiliza este espacio como centro de entretenimiento. Para ello, se deberá poner un sofá cómodo y una mesa auxiliar para ubicar eventualmente, el libro que estén leyendo. Es importante tener en cuenta la iluminación: lo ideal es que haya buena luz natural pero será indispensable también adicionar la artificial. Lo ideal es combinar la iluminación general instalada en el techo con lámparas complementarias con luz puntual, la intención es dirigirla a la superficie donde se está trabajando o al libro que estén leyendo. Existen en el comercio, lámparas de pie con foco dirigible que son muy apropiadas para este fin.
En cuanto a diseños de biblioteca pueden ser compactas, en módulos, empotradas en un nicho o entre dos columnas, flotantes mediante tablones o individuales, ideales para zonas de paso o habitaciones.
Pico y Placa Medellín
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