El simple hecho de disputar la final fue ganancia para Itagüí Ditaires, así Cali haya sido el campeón de la tercera edición de la Copa Colombia Postobón.
Si bien el onceno azucarero puso a prueba su jerarquía y con más efectividad que fútbol triunfó este miércoles 2-0, el atrevimiento y la actuación de las águilas doradas en este torneo es para aplaudir.
Porque por primera vez en la corta historia de este torneo un elenco del ascenso llegó a la final y compitió de tú a tú con un rival de más de medio siglo de existencia, con estadio propio y que luce en su escudo nueve estrellas de la máxima categoría en el fútbol de Colombia.
Ser testigo de la fiesta ajena genera impotencia cuando también se tiene capacidad para hacer algo similar. Por eso Itagüí puede estar tranquilo, ya que siendo un David del balompié nacional le peleó y puso en aprietos a un Goliat azucarero con el talento de Cléider Alzate, Carlos Arboleda, Luis Páez y Jorge Aguirre.
Ese “campeón, campeón, campeón” que sonó antes, durante y después del compromiso y que retumbó en el moderno e inconcluso escenario caleño, generó nervios en el onceno antioqueño. Sin embargo, llevarse el título era lo mínimo que tenía que hacer la escuadra vallecaucana que, de la mano de Jaime de la Pava, vino de menos a más en este certamen.
La intención de las águilas era dañar la fiesta que, además de música salsa, tuvo demasiada pólvora, pero ese gol tempranero de César Amaya (12’) y la pifia de Brand Gómez para el tanto de Andrés Escobar (54') hicieron lucir impotente al plantel montañero que así no haya ganado ninguno de los dos encuentros de la serie final, agradó con su técnica y dominio de balón.
Sólo que eso no es suficiente. Y como a sus goleadores Páez y Aguirre se les mojó la pólvora en plena final, fue el rival el que celebró, consiguió el primer título en su nuevo estadio y festejó con el popular Cali Pachanguero, porque se llevó el cupo de la Copa Suramericana de 2011.
Los sueños de Itagüí no se hicieron realidad por la mala puntería, mas no por falta de ganas. Cali, en cambio, acudió a su jerarquía y exitosa historia para dar una vuelta olímpica después de cinco años, alcanzar un cupo internacional y relevar al Santa Fe como campeón de la Copa Postobón.
Pico y Placa Medellín
viernes
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