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José Antonio Galán parece volar desde su caballo, mientras está suspendido sobre las cabezas de la gente que transita por el Parque de Bolívar de Manizales.
Va en plena carrera libertaria, como persiguiendo al Bolívar hecho cóndor que esculpió Rodrigo Arenas para esta ciudad alta y fría.
Este Galán está pintado de blanco, rojo, amarillo, azul... tiene por nombre Sueño de libertad y es la segunda de 41 esculturas (compuestas por 52 piezas) expuestas a lo largo de la carrera Santander, que recorre de oriente a occidente la capital del departamento de Caldas.
La exposición se llama Mundos paralelos y su autor es Luis Guillermo Vallejo, un escultor nacido en Manizales.
"La idea inicial era poner estas obras por todas los parques de la ciudad, pero definimos con la alcaldía hacerlo primero sobre la 23", relata Vallejo.
Y entonces puso su Reina del Universo allá por el Batallón Ayacucho y su América sin cadenas en pleno centro de la ciudad, marcando el principio y el fin del recorrido escultórico y colorido, porque eso es lo que le sobra a estas obras: color. Eso mismo las hace tan vistosas.
Su intención, dice Vallejo, es llamar la atención sobre la historia de Colombia. Por eso está Galán, líder de la revolución de los comuneros de 1780. Y claro, quienes lo traicionaron: Francisco Berbeo y el arzobispo Antonio Caballero y Góngora.
Pero también Manuela Beltrán, Benkos Biohó, indígenas, esclavos... pero también hay espacio para la colonización antioqueña.
Pero la ubicación de cada una de estas esculturas tiene su intencionalidad, como El jardín de la vida , una viejita que representa a una anciana comunera de El Socorro, pero que aquí está lleno de flores, frente al cementerio, recordando que hay que disfrutar la vida.
O el hecho de que Caballero y Góngora y Bermeo estén frente a la Facultad de Humanidades, "ahí están el poder la Filosofía y el Derecho confluyendo. Eso debe generar reflexión en los que entran ahí a estudiar, o al menos eso espera uno".
Y cuando uno va caminando por la calle se encuentra con renacimiento de las artes, El astro rey, Poseída por Baco, Colombia... Maravilla y tragedia y tantas más.
"La idea era llamarle la atención sobre la historia de Colombia a los niños, para que a ellos se les mueva el coco", dice el artista tocándose la sien.
Y por eso las puso en la calle, donde todos las puedan ver. "A mí me gusta es despertarle la conciencia a la sociedad, es más difícil, sí, pero mucho más gratificante".