El reloj marcó las doce de la noche de este viernes, ni un minuto más ni uno menos. De pronto, sonó el himno del carnaval y la gente comenzó a cantar a todo pulmón: "Salve, salve placer de la vida, salve salve sin par carnaval...". Esa fue la hora en que, después de dos años de espera, el Carnaval de Riosucio, municipio del departamento de Caldas, marcó su inicio.
Solo se sentían corazones agitados de propios y extraños que se dejaban llevar por la emoción de este inicio de fiestas que se extenderá hasta las 12 de la noche del próximo miércoles, día en que muera el diablo.
En esta medianoche, el desfile marchó por las calles de esta población al son de la música de chirimías, de canciones propias del Carnaval, del himno, y del coro de la gente.
En medio de la algarabía se escuchaban diferentes consignas. "Se endiabló, Riosucio, se endiabló", "Uhh uhh carnaval, uhh uhh carnaval" y un "Salve salve" constante. Después, se oyó, por fin, el decreto que da inicio a la fiesta y que anuncia la próxima llegada del diablo, el personaje central de esta celebración, una efigie que apareció en 1915.
Ya en la mañana de este viernes, los niños se tomaron las calle en un desfile multicolor. El baile y la sonrisa de unos pequeños fueron protagonistas. Indios, rockeros, cupidos y otros más se llevaron los aplausos.
Algunos, menos tímidos, posaron y sonrieron para las lentes de las personas que querían una foto. Al terminar el recorrido, con sus voces infantiles, le cantaron a Riosucio, al diablo y a todos los visitantes.