Con cuatro buses de Expreso Campo Valdés comenzará este miércoles el proceso de chatarrización de buses en el Valle de Aburrá, que en una primera fase aspira eliminar una sobreoferta de 350 automotores.
Los aparatos, que prestaron servicios a la empresa Expreso Campo Valdés, serán desintegrados en las instalaciones de Diaco, la única firma certificada para realizar ese procedimiento, localizada en la carretera Medellín-Bogotá.
Al primer grupo de aparatos seguirá otro de 14 buses que ha atendido a los usuarios de las rutas de Trans La Maya-Guayabal, que está en la fase de formalizar la documentación.
Al hacer el anuncio, el director del Área Metropolitana, Óscar Mesa Sánchez, subrayó que la medida se aplicará gracias al Fondo de Racionalización creado por administraciones anteriores para sacar los vehículos obsoletos que no sólo contaminan, sino que representan un riesgo en materia de accidentalidad.
Aunque no se reveló la cifra que se tiene disponible en el momento para actuar, el hecho supone el comienzo de un proceso en el cual se invertirán aproximadamente 18 mil millones de pesos.
La chatarrización, subrayó, hay que mirarla de manera integral con el metro, el metroplús, el transporte colectivo remanente y el individual, porque también tendrá impacto sobre la movilidad de los particulares.
Pero del rendimiento que se obtenga con aquella suma, precisó, dependerá el número de unidades que se chatarrice, porque los precios son diferentes para cada una.
Los más viejos, añadió el director del Área Metropolitana, son los más baratos, pero al agotarse éstos se empiezarán a comprar otros que no son tan obsoletos y su valor no será igual.
¿Pero dónde está la plata? Según Mesa Sánchez, los decretos que crearon el Fondo de Racionalización ya concluyeron su vigencia, de manera que este 2008 no se aporta para el mismo. Durante los años de 2005, 2006 y 2007, la norma obligaba a separar un valor de 15 pesos por pasaje de transporte público colectivo y de 26 pesos por pasaje para el caso del metro.
Listo lo del metro
En cuanto al recaudo, Mesa explicó que el metro ha hecho sus aportes "religiosamente" y que además tiene los rendimientos financieros, mientras que de los transportadores se tiene una parte en caja, en las fiduciarias que se destinaron para ese fin, pero que hay un sector que falta por entregarlos.
"Ellos expresaron voluntad de entregarla, hay discusiones jurídicas sobre algunos municipios en algunos años, pero son temas que se aclararán", dijo.
Si no cumplen, observó que al Área Metropolitana le tocará iniciar los procesos judiciales correspondientes, porque son dineros públicos que hay que cuidar para que sean bien invertidos.
Para el director del Área, la desintegración de los cuatro primeros buses es un paso grande, como poner una primera piedra, porque desatará una "cadena de chatarrizaciones" que se sumarán al proceso.
Con ello, agregó, se tendrá más capacidad de convencer a los transportadores que han sido renuentes a entregar los dineros recaudados.
"Los transportadores le han perdido el miedo, saben que les van a comprar. Había una discusión con lo que llaman el cupo, esperaban que con la chatarrización se les pagara, pero eso está zanjado, hay conceptos del Consejo de Estado", afirmó Mesa.
Como quiera que Bogotá lo inició antes, puso como ejemplo que el proceso de la capital sirvió para allanar el camino jurídico.
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