Lavadoras, materiales de construcción -para remodelar pisos, baños y cocinas- y televisores es lo que más han demandado los pocos clientes de EPM y Une que han utilizado la tarjeta de crédito, lanzada el 21 de octubre de este año.
También se han financiado computadores, neveras y equipos de sonido. En general, en los primeros tres meses, en el plan piloto, se han colocado 1.800 tarjetas, con créditos por 2.500 millones de pesos, el 80 por ciento entre clientes de los estratos uno al cuatro y el 35 por ciento de ellos no estaba bancarizado, es decir, nunca había tenido acceso a un crédito formal.
Pero la meta era más ambiciosa: colocar 9.000 créditos en los primeros tres meses (3.000 clientes por mes), por valor de 16.000 millones de pesos, de los 60.000 millones del cupo rotatorio con que está dotado el programa conjunto de EPM y Une.
Eso tiene dos explicaciones: del lado de EPM, el director del programa Juan David Valderrama, dice que "la empresa no ha querido presionar a los clientes para que tengan la tarjeta, para evitar un deterioro de la cartera". Pero sí se ha comprometido en un examen más minucioso y detallado de las solicitudes, para que no sea tan masivo y abierto y, por lo mismo, que genere menos peligro para la empresa.
Por el lado del comercio, los 'aliados' dicen que "a la tarjeta le ha faltado promoción y que la gente no la conoce". Jorge Pérez, administrador del almacén Navarro Ospina en el Parque Berrío, dice que "no se ha movido mucho, apenas unas seis ventas en tres meses. No ha habido el boom que se esperaba con este crédito".
Y la gerente de la cadena, Ana María Navarro, señala que "se ha hecho una que otra ventica, pero esperábamos que fuera más fuerte".
Coincidió con la administradora de los almacenes Vima de la Calle Colombia, Ana Lucía Guerra, en que "estamos esperando que esto coja más fuerza... Esperamos que la movilidad sea mayor".
Valderrama anuncia que en marzo de 2006 la tarjeta llegará a todas las regiones de Antioquia -con lo que se abren nuevas posibilidades para las cadenas con almacenes fuera de Medellín-, y a la zona cafetera, especialmente a Manizales (con su aliado, la Chec, que ya ofrece este crédito, con 3.500 millones de pesos entre 3.500 clientes) y Armenia (con EdeQ).
Eso es bueno, dicen los comerciantes, que tienen puntos de venta en varios municipios. "Pero, lo que necesitamos es que la gente conozca la tarjeta y la utilice", dicen.
Es cierto que EPM ha dispuesto puntos de atención a los clientes, pero los almacenes se quejan de que no saben cuándo ni a qué hora llega la persona encargada y dicen que "se están llevando planillas llenas con nuestros clientes", es decir, que no están llevando nuevos clientes.
<STRONG>¿Y los materiales?</STRONG><BR/> Luis Fernando Gómez, gerente de Bodegas Pisende dice que "apenas estamos empezando y a la espera de que el programa realmente sea social". Y explica que el crédito no debe ser tan abierto, para comprar de todo, sino específico, para cubrir las necesidades básicas "para las que generan valor al patrimonio familiar, como es la remodelación del hogar".
También coincide con los comerciantes en que el uso ha sido menor al esperado, pero confía en que mejore su utilización con la ampliación a todo el departamento.
"Apenas hemos vendido 15 o 20 millones, que es nada frente a la facturación mensual de Pisende", afirma.
Lo que propone es que el programa financie solo lo que la gente puede pagar, que no se endeude en cosas innecesarias y que no le generan valor al patrimonio familiar.
<STRONG>'Le bajaron el volumen'</STRONG><BR/> Una fuente del canal especializado, afiliado a Fenalco, señala que el gremio mantiene su posición en el sentido de que "se trata de competencia desleal y que la financiación de electrodomésticos y materiales no es parte del objeto social de EPM".
"La verdad es que no ha habido ventas ni mucho movimiento con la tarjeta", dice la fuente y señala que el cambio de estrategia de EPM, de no presionar la oferta en medio de la desaceleración económica que se advierte y dejar que sea la demanda por el crédito la que actúe, "en cierta forma nos está dando la razón a los comerciantes que nos oponemos al programa, porque reconoce que se podría disparar la cartera en mora de ese programa... Definitivamente, le bajaron el volumen a ese plan y EPM reconoce que no puede endeudar más a la gente".
Según la fuente, el 90 por ciento de los clientes que compran electrodomésticos en la Calle Colombia o en la Calle Boyacá "no tienen la cuenta de servicios al día y, por lo tanto, no pueden ser sujeto del crédito que otorga EPM".
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