x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

Cultivos que recogen nuevos sueños

19 de octubre de 2008
bookmark

Un día se despertó y las siete vacas no estaban. Ese día, Carlos Mario Posada tomó el camino de la mora. Y no lo ha dejado.

Carlos Mario es uno de los 498 pequeños cultivadores de frutas bajo el cobijo de Fruqueña, proyecto de la Fundación El Cinco, que le dio nueva vida a los municipios del Oriente antioqueño.

Posada trabaja con fruta, especialmente con mora, desde hace 18 años, cuando dejó su finca natal ganadera en Envigado para buscar un nuevo cultivo en El Retiro. Se asentó en la vereda Amapola y comenzó una historia entre amores y desamores.

Hace una década su zona se volvió difícil, con desempleo y violencia creciente. Drama que vivieron en el corregimiento San José, en La Ceja, así como varios lugares de El Retiro y Rionegro.

Y de esto se dieron cuenta las empresas de su entorno, que buscaron en bolsillo propio cómo solucionar los problemas del otro.

La iniciativa comenzó en Girardota, lejos de las moras. Allá, y por iniciativa de jefes (encabezados por Carlos Villa) y empleados de Interquim, comenzó un proyecto que ayudaría, después, a los cultivadores del Oriente.

La familia de Interquim decidió entregar una parte de su sueldo para un proyecto que beneficiara a su comunidad cercana: una cooperativa de confecciones, que hoy es autosostenible.

El modelo, que hoy es soportado por la Fundación El Cinco, se trasladó al Oriente. Comenzó con el aporte de los trabajadores de Flores Esmeralda (ver recuadro), que junto con otros dineros de las empresas aliadas de El Cinco, le dieron el impulso al corregimiento San José, en La Ceja.

"Pasó de ser una zona de violencia y mucho desempleo, a una zona productiva con más de 100 familias beneficiadas. Hoy tiene vida de nuevo", explica Liliana Gaitán, directora de operaciones de la Fundación, que cuenta con más de 30 empresas aliadas.

En la actualidad, algo similar ocurre con los moreros de cinco veredas de El Retiro, así como de otros doce municipios de la región, todos como Carlos Mario. Ellos reciben entre el uno y el cinco por ciento de los sueldos de los trabajadores de Flores Esmeralda, Cultivo Caribe, Cultivos Tahamí y Spring Farms.

El Cinco, además de los cultivadores y el proyecto inicial de confecciones en Girardota, impulsa otra empresa textil en Cundinamarca, así como arranca una más de mangueros en Santa Bárbara.

Con la ayuda de Prodepaz como entidad operadora, 206 hectáreas fueron pobladas con cultivos de mora, lulo, uchuva, fresa, tomate de árbol y brevo, para crear Fruqueña y una esperanza en la zona.

"El panorama ha cambiado, pues antes vivíamos en una zozobra demasiado brava. Un día pasaba el carro y nos compraba el kilo a 10 pesos, a otro día a tres. Así no se podía creer en futuro", comenta Carlos Mario, quien hace parte de Asopromora, una de las 15 asociaciones de cultivadores y que trabajan con Fruqueña.

No son comercializadores, apenas cultivadores aunque sueñan con tener una marca propia. Por ahora recogen el fruto de su trabajo y de la ayuda de unos empleados, que apenas conociéndolos, entregan parte de su salario para un Oriente que vive mejor.

Te puede interesar

¿Buscando trabajo?
Crea y registra tu hoja de vida.

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD