Decía alguna vez un turista que bajaba por Las Palmas en su primera visita a nuestra ciudad, que Medellín, de noche, parecía un pozo de diamantes.
Cada que bajo por alguna de las entradas a esta capital fantástica recuerdo esas palabras y confirmo cuánta razón tuvo el visitante. Y en silencio, para mis adentros, le agradezco el piropo.
A la altura de las cuatro esquinas cardinales, la ciudad no es la misma que se ve en su maraña de calles y avenidas. Así como desde lo alto se observa una capital espléndida, de geografía con formas geométricas claramente descifrables, el clima se siente diferente.
Desde Santo Domingo, El Picachito, La Milagrosa y La Colinita, Medellín es fantasía. Una capital soñada.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6