Unos llegan, otros se van. El flujo de estudiantes que viajan al exterior a aprender un segundo idioma es alto.
El idioma número uno es indiscutiblemente el inglés, aunque según Juan Fernando Bedoya, de la agencia Conexion World, ya han comenzado a inclinarse por idiomas como el francés, el mandarín y el italiano.
Mariana Echavarría se va, David Gómez ya llegó. Ambos jóvenes son conscientes de la necesidad de aprender una segunda lengua.
Para David, su viaje a Inglaterra representó además el conocimiento de diversas culturas del mundo.
En las mañanas estudiaba con jóvenes de varios países, en las tardes trabajaba como mesero y en las noches compartía con la familia donde vivía.
En cada momento del día debía practicar el inglés, "lo que me ayudó a perfeccionar el idioma en seis meses".
Londres, de acuerdo con agencias consultadas, sigue siendo el destino preferido de los estudiantes, aunque destinos poco comunes también entran en las preferencias de los estudiantes.
En la agencia Study Union, por ejemplo, está de moda Sudáfrica, por ser sede del próximo mundial de fútbol.
Mariana Echavarría partirá dentro de poco para Francia, recién graduada del Columbus School, la joven irá en pos de un tercer idioma: francés.
La edad ideal para viajar, según Maria Alejandra Salazar de Interstudent, es cuando los jóvenes se gradúan del colegio.
Esto obedece a que muchos estudiantes no tienen sus objetivos de vida claros, y una experiencia en el exterior les puede brindar herramientas claves para entender qué quieren hacer con sus vidas.
Adaptarse no es fácil, y aunque es poco común, se da el caso de estudiantes que se devuelvan antes del tiempo estimado.
Para Verónica Bustamante, de Grasshopper International, resulta más difícil para los jóvenes que dejan relaciones sentimentales en la ciudad.
La recomendación a los padres, dijo, es que a través de herramientas como Skype mantengan contacto con ellos y los apoyen, en especial en las primeras semanas de estadía.
Existen casos en los que, por el contrario, los jóvenes se quedan estudiando más tiempo.
La duración de la estadía depende, en palabras de Daniel Echandía de Estudios Internacionales, del nivel de conocimiento del idioma que se tenga antes del viaje.
"Si tienes bases", dijo, con seis meses basta. Si solo falta perfeccionarlo con tres meses es suficiente".
Si no se tiene conocimiento previo, la recomendación es tomar clases previas al viaje y una estadía mínima de nueve meses.
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