Sus seguidores no paran de llorar, esta Navidad tuvo un sabor diferente en Valledupar, los ríos de licor no corrieron para celebrar y las canciones se escucharon sin parar pero en señal de duelo, ese que enfrenta el pueblo desde el pasado domingo cuando partió su ídolo Diomedes Díaz Maestre, considerado el más grande en la tierra del acordeón.
En este lugar nadie deja el féretro solo, al Cacique de La Junta lo acompañan día y noche en la mítica Plaza Alfonso López (vea las fotos del velorio), escenario de innumerables festivales vallenatos, donde permanece en cámara ardiente desde el medio día del lunes y donde este miércoles esperan despedirlo desde las 11 de la mañana, cuando inicie la misma que oficiarán para luego conducirlo a Jardines del Ecce Homo, lugar que será su última morada.
Este martes arribaron sus seguidores desde distintas ciudades de Colombia, quienes prefirieron pasar la noche de Navidad a su lado, a la intemperie, pero con la satisfacción de saber que estuvieron para acompañarlo. A estos tampoco les importa la fila que deben soportar durante horas para acercarse al féretro, aquí lo importante es decir adiós.
"Yo llegué desde el lunes de Riohacha pero no lo pude ver porque esa fila era inmensa, por eso este martes me vine al medio día, cuando el sol pega fuerte y la gente prefiere quedarse en la casa, pero nada, me tocó hacer una cola de dos horas hasta que por fin pude verlo. Yo vine a pasar Navidad a su lado y aquí me quedo para despedirlo", comentó Elí Rafael Frías Martínez, fanático del artista desde sus comienzo.
En esta plaza el pueblo se confunde con músicos como Poncho Zuleta, Jorge Oñate, Silvestre Dangond, Saul Allemand, Peter Manjarrez, Grupo Kavras, Gustavo Gutiérrez, la dinastía López y muchos otros que solo quieren dar un abrazo a los familiares del artista, entre quienes permanecen inmóviles su primera esposa, Patricia Díaz Acosta y su actual compañera Consuelo Martínez, viudas que desconsoladas lloran por el hombre que amaron en común y con quien engendraron varios de sus hijos.
Los llamados muchachitos de Diomedes, como él mencionaba a sus hijos en sus cantos, también permanecen a su lado, entre estos se encuentran Rafael Santos y Martín Elías, herederos naturales de su legado.
Y mientras, muchos vendedores ambulantes, tal y como él lo pronóstico, hacen su agosto en medio de este evento, donde es necesaria el agua para refrescar, las fotos del artista para conservar, un reloj con su imagen para no olvidar el tiempo que se vive y todos los CD's posibles que han llegado al mercado, los que venden como un combo si quiere llevar un video de sus muchas presentaciones, donde la más promocionada es la última que hizo el pasado sábado en la discoteca Trucupey en Barranquilla.
El sepelio
Rafael Santos Díaz convocó al pueblo para que en la mañana de este 25 de diciembre despidan a su padre, aclarando que tendrán la oportunidad de verlo hasta una hora antes de la misma que iniciará a las 11:00 de la mañana, la misma que dará pasó a la serie de homenajes que están proyectados.
Entre los que dirán adiós al Cacique se encuentran destacadas figuras del vallenato, acordeoneros y nuevas generaciones de este género; al igual que las autoridades de la región y representantes del Gobierno Nacional, con la posibilidad de contar con la asistencia del presidente de la República, Juan Manuel Santos.
Luego de los homenajes el artista será conducido por la carrera 9 para concluir en el cementerio jardines del Ecce Homo, recorrido que harán a pie y con la prohibición de consumir licor en el mismo.
"Hacemos un llamado al orden y buen comportamiento. Hoy todos vamos a acompañar a Diomedes, pero es un deber despedirlo con altura", manifestó el alcalde de Valledupar, Fredys Socarrás Reales.