El gran sastre y empresario Hernando Trujillo, nacido en Angostura, Antioquia, deja a su muerte la recordación de una vida de trabajo y logros.
A sus 92 años, y debido a crecientes afecciones cardiacas y respiratorias, falleció en Medellín un hombre que se convirtió en marca y en sinónimo obligado de elegancia para miles de ejecutivos que vistieron sus prendas.
Aunque en los últimos años su cadena de tiendas afrontó algunas dificultades, Don Hernando mantuvo hasta el final la imagen de un empresario que generó riqueza y empleo. Ayer, en los distintos portales informativos asomaron voces de reconocimiento y pesar por la pérdida de un pionero en el ámbito de las confecciones de alta gama.
Antioquia y el país le rinden un homenaje póstumo a un creador y emprendedor hecho a pulso. Un antioqueño y colombiano ejemplar.
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