En hora buena, el Gobierno declaró "Situación de Desastre", una figura jurídica que le permitirá asignar recursos por 15 mil millones de pesos, para garantizar en todo el territorio nacional acciones preventivas que fortalezcan los sistemas de vigilancia y control, además informar a la población sobre todo lo que pase con el mortal virus de la gripa porcina.
La situación es complicada en algunos de los países del mundo con cierta relación turística y económica con el nuestro y hoy, más que nunca, las autoridades sanitarias locales deben trabajar mancomunadamente con todos los estamentos sociales nacionales e internacionales, para evitar que en Colombia se presenten víctimas de la llamada gripa porcina, una letal enfermedad causada por el virus H1N1, tal como se le conoce científicamente.
Ayer al atardecer, la Organización Mundial de la Salud, elevó de 3 a 4, en una escala de 6, el nivel de alerta que mide el riesgo de que se produzca una pandemia, un calificativo usado cuando el virus se ha esparcido por todo el mundo. De momento se sabe que los científicos no han podido frenar la expansión de la mortal gripa, pero ya hay protocolos universales para mitigar los efectos del H1N1.
Los primeros remedios contra la gripa porcina son estrictamente de cumplimiento individual, obviamente, ayudados por el control fronterizo y la restricción de viajes, que debe hacer cualquier gobierno en estos casos. Varios países ya han recomendado no ir a territorios infectados, mientras se controla el brote mortal. Un segundo remedio tiene que ver con la claridad en la información que deben dar los estados y las autoridades mundiales de salud, eso sí, sin generar el pánico que caracteriza este tipo de noticias.
Ya los gobiernos de países como Panamá, Guatemala, El Salvador y Nicaragua declararon alerta sanitaria como medida preventiva ante la eventual propagación del virus. Al tiempo que la Comisión Europea recomendó no viajar a los países afectados, especialmente México.
Vivimos una época en que todo se propaga en tiempo real, y este brote de la gripa porcina tiene sus aristas que deben ser bien manejadas por las autoridades sanitarias de las regiones afectadas. Medios de comunicación como Google Maps ya instaló en el ciberespacio un mapa en donde los navegantes pueden ver en tiempo real el avance del virus.
En pocas horas nos dimos cuenta cómo mientras varios índices de las bolsas de valores caían, las acciones de algunas farmacéuticas ganaban valor. Asistimos irremediablemente, en real time, a la resurrección y expansión de un virus que amenaza al mundo. De cómo manejemos esta situación sanitaria depende mucho nuestro futuro como sociedad civilizada.
Hoy, como nunca antes, la información debe ser usada para controlar el virus o para tomar medidas oportunas, no para propagarlo. O lo peor, esta coyuntura no debe ser usada por los países más poderosos y desarrollados para acentuar la reciente xenofobia hacia las personas que deben migrar de sus naciones para encontrar una vida mejor en lugares en donde no nacieron.
México se encuentra en una situación bien difícil, y como latinoamericanos debemos aportar, en lo que podamos, para que los flagelos del narcotráfico, la crisis económica, y ahora, la gripa porcina, no golpee al país que se perfila como una de las naciones de habla hispana más próspera.
Hoy puede ser México, pero mañana podemos ser nosotros.
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