Cuando los soldados de la Brigada 17 llegaron a la finca se sorprendieron al encontrar una pista de 1.700 metros de longitud, un tractor y una avioneta abandonada con 850 kilos de cocaína. Allí terminó una operación que permitió la incautación de droga más grande del año en Urabá.
El operativo comenzó la semana pasada cuando la Fuerza Aérea Colombiana detectó una avioneta Cessna procedente de Venezuela que, rumbo a Panamá, sobrevoló la ciudad de Cartagena. La aeronave regresó el pasado sábado al país y se dirigió a Urabá, donde aterrizó en la finca Casa Coima, en la vereda Chadó, en Mutatá.
La Fuerza Aérea dio aviso al Ejército, pero cuando arribaron los militares y la fiscalía los narcotraficantes habían huido al notar el movimiento de tropas.
En la inspección del predio entre el sábado y el pasado lunes las autoridades encontraron escondidas entre un tupido cultivo de platanillo, dos caletas con 99 costales, que a su vez contenían paquetes de un kilo de cocaína pura.
Entre la droga hallada en la pista y la escondida en el predio fueron halladas en total 3,5 toneladas de cocaína, avaluadas en 75 millones de dólares. Además, encontraron equipos de tanqueo para distintos tipos de avionetas, un hangar y alojamientos.
Según el general Óscar Hernán Giraldo, comandante de la Brigada 17, la droga pertenece a las bandas criminales que delinquen en Urabá. "Es un duro golpe, el más importante de los últimos años en cuanto al narcotráfico. Era la cosecha de fin de año y un hueco difícil de tapar", dijo el oficial.
Pero además de los dueños de la droga, la investigación por este cargamento deberá resolver interrogantes. De acuerdo con la Fiscalía, la pista usada para el tráfico de narcóticos tiene permiso de la Aerocivil, mientras que la finca pertenece a un conocido hacendado de Urabá.
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