Hoy, 22 de mayo de 2010, nada está concreto en materia de quién ocupará el Solio de Bolívar el próximo 7 de agosto. Según la última encuesta Gallup, realizada del 15 al 17 de este mes, la reñida contienda electoral ubica a Juan Manuel Santos con una intención de voto del 37,5 por ciento, y a Antanas Mockus con una del 35,4 por ciento. Como están en un empate técnico y la historia definitiva aún no está escrita, ¡usted puede ayudar a redactarla!
Si bien la encuesta de Gallup se hizo en hogares con 1.200 entrevistas cara a cara, con el tarjetón en la mano, y en 57 municipios y ciudades, es claro que sus resultados han de tomarse como lo que son: una fotografía de un instante determinado, pero no una realidad. Falta el hecho político de las elecciones y aspiramos a que haya una participación masiva, como lo prevén todas las encuestas.
Dado que las cifras de intención de voto no son las del día de elecciones, el suspenso es grande y todo indica que continuará hasta el 20 de junio, fecha de la segunda vuelta, ya que ni Santos ni Mockus han logrado arrastrar a más del 50 por ciento más uno del electorado, para que voten por ellos el 30 de mayo.
A pesar de que reconocemos que el mecanismo de la segunda vuelta es una expresión más de nuestra democracia, queremos hacer un llamado a los colombianos para que en esta semana reflexionen sobre la conveniencia de elegir al Primer Mandatario en la primera, y evitarle al país el desgaste administrativo y de gobernabilidad, así como los elevados costos que conllevarían unos nuevos comicios.
Las cifras electorales no son de poca monta. El presupuesto asignado por el Ministerio de Hacienda para la primera vuelta es de 100.000 millones de pesos, y la suma destinada para la segunda, es de 90.000 millones de pesos. Además de la paralización que se presenta durante esta época en materia de inversión y contratación pública, en muchos casos con graves perjuicios en el tema de obras esenciales para el bienestar de los ciudadanos y en el de las de por sí debilitadas arcas de la Nación.
No obstante la seriedad y el profesionalismo con el que se realizan la mayoría de las encuestas, como la Gallup, es obvio que aunque ellas no son las elecciones, sí tienen el efecto de incidir en las votaciones. Muchos electores no conocen a los candidatos, sus programas de gobierno, trayectoria y equipo de trabajo. Simplemente siguen al que, según las cifras, sería el "bus ganador". Por eso se afirma, con cierta ligereza, que esta campaña no fue la de las propuestas sino la de las encuestas.
Qué bueno sería que el pueblo colombiano apto para votar, en un acto de madurez y responsabilidad política, saliera a elegir a su Primer Mandatario en una primera vuelta.
Es hora de que los colombianos ejerzan su derecho de votar en conciencia. No es conveniente perder el rumbo que ha emprendido el país por la vía de la seguridad, la confianza en la inversión y el desarrollo sostenible.
Analice, decida y vote el domingo 30 de mayo, en primera vuelta. Hay razones de peso para afirmar que no se justifica esperar hasta el 20 de junio.
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