Cuando Alejandro Bernal marcó el último penalti, todo el equipo corrió a la tribuna sur a ofrecer logro. El Atanasio se fundió en un solo abrazo y el grito de campeón retumbó.
Un grito que significaba el desahogo a 94 minutos de angustia en un partido que cambió de rumbo en el último minuto con el gol de John Valoy, cuando muchos en Antioquia empezaban a hacer el duelo mientras en Barranquilla se prendía el carnaval.
Pero la justicia se puso la camiseta verde y blanca, y premió al equipo que más hizo por la victoria, ante un rival que le apostó a la defensa y que por poco logra su cometido. Por eso el festejo a rabiar, con vuelta olímpica y ofrecimientos de rodillas como los hizo el técnico Juan Carlos Osorio, euforia total.
La revancha -del 5-4 en penaltis que le sirvió al Junior para ganar en 2004-, también dramática, llegó diez años después. Por la misma vía, los penaltis, pero con Nacional con el botín en la mano para darle alcance a Millos (14 títulos).
El 2-1 sobre Junior (4-2 en los lanzamientos desde los 12 pasos) en el Atanasio Girardot les permitió a los verdolagas poner una nueva estrella, la 14, en su laureado escudo, con un héroe de acento argentino, el arquero Franco Armani, quien detuvo dos lanzamientos. "Pensé que se nos iba este título", dijo un hincha aún con el rostro desencajado porque pasó muy rápido de la angustia a la gloria, en una jornada que comenzó alegre para los paisas con el gol de Alexis Henríquez, a los dos minutos.
Ahí se prendió por primera vez la estrella que parcialmente apagó Édinson Toloza, a los 16, que volvió a encender Valoy en el tiempo de reposición. Y que no dejaron apagar más Juan David Valencia, Edwin Cardona, Daniel Bocanegra y Alejandro Bernal con sus cobros efectivos, y las manos salvadoras de Armani, para que todo el Atanasio gritara campeón.
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