Ahora es momento de sacar conclusiones y reflexionar, porque corremos el peligro de que el ego y la teoría se nos suban a la cabeza y nos quedemos en el arrogante mundo de la retórica, necesitamos aterrizar estos debates a realidades concretas, porque las deficiencias de nuestras ciudades son diferentes, complejas y dinámicas.
Un punto de partida esencial se lo planteó Luis Mella a El Colombiano cuando habló de felicidad y del bienestar como objetivo según el PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo). El alcalde chileno nos preguntó: ¿Cuánto vale un ser humano motivado para el desarrollo de un pueblo? En un país donde sus ciudades tienen problemas de violencia y seguridad esta pregunta justifica una mirada tranquila. En el mismo orden de ideas, Carolina Jaramillo, vocera de los niños, afirmó en su discurso que los niños no nacían con la guerra, la habían aprendido, entonces la podían desaprender.
En cuanto a equidad e inclusión Alioune Badiane, Coordinador de gestión urbana de ONU-Hábitat, exclamó que "los tugurios son el fracaso de políticas públicas". Necesitamos planear las urbes para nuestras necesidades, considerar que la expansión extrema que estamos teniendo y el fenómeno del desplazamiento rural generan riesgos sociales contundentes que debemos resolver, debemos conocer nuestra historia; debemos hacer una ciudad atractiva para niños y jóvenes -quienes además deben tener voz y voto-; necesitamos crear espacios y sistemas de integración para una vida digna en todos los rincones del país, donde se construyan espacios públicos que, como bien reflexiona Teddy Cruz, no deben nacer sólo como arte sino como espacios del conocimiento.
En referencia al transporte se debe buscar que la ciudad tenga menos centros específicos y más áreas mixtas, de tal manera que los barrios sean autosuficientes e inviten a sus habitantes a caminar y montar en bicicleta. Requerimos evaluar los ejes de movilidad y sus articulaciones para privilegiar y fomentar el transporte público, no sólo por la calidad de vida, también porque las ciudades son grandes protagonistas del efecto invernadero y por tanto del calentamiento global.
En el caso de la resiliencia no estamos hablando de nada nuevo, siempre ha estado allí, lo importante es que hoy el mundo está discutiendo de ella, debatiendo de urbanismo y ojalá tomando medidas, pues todo este despliegue no puede ser un saludo teórico a la bandera, es importante demandar el liderazgo del sector público, apropiarnos como protagonistas del tema, exigir planeación con criterio, monitorear la continuidad de programas, crear redes de colaboración ciudadana, fomentar la colaboración de las APP (Alianzas Público Privadas).
Si el eslogan es ciudades para la vida, recordemos las palabras de Richard Florida para El Colombiano: "El futuro de nuestro planeta está en el futuro de nuestras ciudades".
EN EL FORO FALTARON O FUERON EXCLUIDOS ALGUNOS HABITANTES DE LA CIUDAD
Por SERGIO RESTREPO
Director Cultural de Otraparte y director general del Teatro Pablo Tobón Uribe
La realización del Foro Urbano en la ciudad de Medellín es una alegría para todos, aunque tenemos algunas diferencias, que llegan a ser profundas en los métodos y formas para el desarrollo del mismo. Es el caso de haber organizado y “limpiado” la ciudad, como limpiando la casa, escondiendo bajo la alfombra la mugre. Y al hermanito bobo, discapacitado lo escondemos en el clóset o un zarzo o lo amarramos al palo de limones en el solar de la casa.
En la ciudad, durante el foro, faltaron algunos habitantes, los habitantes de calle, las prostitutas. Faltaron las víctimas de la violencia y aquí hago un énfasis importante porque el foro se hace en una de las ciudades de mayor resiliencia y que ha enfrentado la violencia de manera clara y evidente con fuerza ciudadana, pero el foro ignora un poco esto. El Día de las Víctimas queda en la mitad del evento y el foro lo pasó por alto.
Por eso planteamos una propuesta ONU-Hábitat que fue un homenaje a los secuestrados que no están con nosotros, poniendo una gran jaula a El Pájaro, de Botero. Lastimosamente Espacio Público reaccionó con violencia a una protesta estética y la rompió. Y una segunda propuesta fue llevar a los desaparecidos a la Plazoleta de la Alpujarra, y con las víctimas mismas sacar esa memoria y dejarla expuesta para la gente.