Apenas lleva 10 meses en el profesionalismo y Edwin Cardona ya marca diferencia en Atlético Nacional.
Su facilidad para manejar el balón, la técnica que lo favorece pese a sus 1,80 metros de estatura y la facilidad para dejar en posición de gol a sus compañeros hacen de este jovencito, quien el 8 de diciembre ajustará 17 años, uno de los jugadores clave en el repunte del verdolaga.
Cardona fue bicampeón con la Selección de Antioquia y es calificado por sus ex técnicos como un jugador completo, que marca diferencia, tiene buena pegada, es regular en su rendimiento y le sobra personalidad.
Sobre todo lo anterior, Edwin vence su timidez diciendo que "gracias a la confianza de toda la gente que me quiere, en especial al profe Cabrero que me brinda la continuidad, se está aprovechando la oportunidad para soñar con Nacional".
Jesús Ramírez, quien siguió su proceso en las selecciones de Antioquia como mánager de ellas, considera a Cardona "un jugador completo, de talla internacional que siempre marcó diferencia con su talento y su regularidad en los torneos nacionales y ahora en la máxima categoría con Nacional".
Joven con personalidad
Felipe Merino, quien tuvo mucho que ver en su formación en las divisiones menores del conjunto verdolaga, define a su ex pupilo como "un loco desequilibrante, con un juego alegre, mucho carácter y personalidad".
Esa última cualidad es, según el técnico Merino, la que lo tiene en la titular sin pensar en la reglamentación del sub18 y marcando diferencia, ya que con su retorno el 22 de noviembre el club antioqueño volvió a ganar de local después de tres meses.
Llevar apenas 10 meses en el profesionalismo no ha sido impedimento para que Cardona marque diferencia en su equipo, con decir que los mismos compañeros festejaron su retorno luego de la lesión que lo privó del Mundial prejuvenil con Colombia.
"Con Edwin, Nacional puede hacer más sociedades y tener mejor fútbol, debido a que juega muy bien". Esos elogios del orientador Cabrero son constantes para este chico que sueña, como los de la actualidad, con jugar en Europa y brindarle bienestar a su familia, aunque gracias a su buen rendimiento pasó del barrio Antioquia al sector de La Mota.
Cabrero enfatiza en los progresos del número 23 del elenco nacionalista. Igual hace claridad en que "es un chico en crecimiento, un joven con un montón de cosas por corregir, pero juega bien y eso es fundamental para sus compañeros y el club; por su juventud desaparece con facilidad del partido, pero cuando vuelve genera algo muy bueno".
Este amante de las hamburguesas de McDonald's y El Corral y amigo inseparable de Giovanni Moreno, ratifica no solo que los talentos se buscan, sino que no se "enloquecen" por tantas flores en su corta trayectoria.
Edwin se mantiene tranquilo, porque "el buen trabajo es el que lo lleva lejos a uno y yo pienso en conseguir mi primera estrella con el verde. Sé que para ello tendré que mejorar todos los días, más cuando mi única intención es generar fútbol ofensivo y poner a mis compañeros más cerca del gol".
Con jóvenes tan maduros como Cardona, Nacional trata de recuperar su identidad e ilusiona en la semifinal de la Copa Mustang, instancia en la que gracias a él, la nueva joya verde, volvió a ganar y a jugar bien.
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