El sector editorial no se quiere quedar atrás de los avances tecnológicos y las nuevas tendencias en cuanto a la edición de libros. Por eso, uno de los primeros eventos de la Feria Internacional del Libro de Bogotá fue la realización del Encuentro del Libro Digital.
La definición es sencilla y obvia: un libro electrónico es la digitalización de un texto originariamente editado en papel. Mucho se avanza tecnológicamente en este campo, con plataformas y los primeros intentos de reproductores portátiles para la lectura de este tipo de libros, pero, "esto aún no lo acaban de inventar, y los costos, como suele ocurrir con las nuevas tecnologías, son muy altos y sus limitantes aún los hacen poco atractivos", comenta Manuel Serna, uno de los asistentes al encuentro.
Lo cierto es que el libro, que nació en papel, ha empezado su mutación a los píxeles, entre contradictores, entre mitos y leyendas sobre su uso, pero también con muchas promesas de la infinidad de posibilidades que estos nuevos sistemas de lectura le permite al lector, como el sueño de llevar toda una biblioteca en el bolsillo.
Entre los libros y el hipertexto
Pablo Arrieta fue uno de los invitados a este encuentro. Lleva más de 15 años manejando el tema y desde hace dos ha sido participante activo en la evolución del mundo editorial.
Para Arrieta las prácticas de lectura y escritura han experimentado una mutación sin precedentes, con una nueva lectura de manera horizontal, con el encuentro de miles de personas que van poniendo en duda las jerarquías tradicionales del conocimiento.
"En la actualidad se lee y se escribe en hipertextos. Leer es navegar en el ciberespacio a través del intercambio de textos creados digitalmente a partir de la recombinación de otros textos", complementa Pablo.
Para Arrieta, tanto el presente como el futuro de la comunicación, entre ellas las formas de lectura y escritura, están mediadas por una pantalla donde todo está determinado por las más avanzadas técnicas de hipervinculación.
"Este sólo es el comienzo. Vendrá la evolución de las formas de narración ligada a las prácticas lúdicas mediadas por videojuegos. Sin dejar de lado la revolución de la comunicación móvil impulsada por el uso masivo del teléfono celular y su nuevo uso como soporte para la creación literaria", finalizó.
Claro que algunos especialistas aseguran que se debe hacer una diferencia entre libros electrónicos y el hipertexto, este último creado con el fin de una mejor y atrayente estructuración de la información a través de enlaces, y la digitalización de un libro como si fuera en papel.
"Sería una verdadera tontería que el libro digital se restringiera a sólo ser una copia para la pantalla de un libro de papel. El e-book debe nutrirse de todas las posibilidades que ofrece la tecnología, donde los lectores pueden contar con valores agregados para lograr una mayor contextualización sobre los temas", continua Manuel Serna.
El ejemplo es sencillo. Al leer un libro, usualmente se requiere un diccionario u otros libros para encontrar el significado de ciertas palabras. Esta labor, que toma su tiempo, se podría realizar solo al hacer un click en su equipo reproductor.
Nicolás Negroponte, experto en el tema y creador del programa "Un computador portátil para cada niño", lanza una alerta sobre las cifras alentadoras del crecimiento de la lectura en jóvenes y niños, en especial a través del Internet: "Cuidado, cuando salen los estudios sobre la lecturabilidad entre niños y jóvenes, hay muchas cifras. Creo que el punto no es cuánto leen sino qué leen. Por eso es preciso crear programas de electro-lectura, porque ahora ya todo se está desarrollando a través de una pantalla y a las nuevas generaciones hay que educarlas para que hagan el mejor de los usos de estas herramientas tecnológicas", finaliza Negroponte.
Posibilidades y legalidad
Así como sucede con la industria discográfica, las editoriales no se quieren dejar ganar la partida por los piratas que empiezan a ofrecer libros digitales de manera ilegal a través de la red.
Dar a conocer las formas legales de adquirir estos productos, así como los dispositivos existentes para su lectura, son las primeras formas de ayudar a una legalidad en el mundo de las descargas digitales de libros.
Aunque una de las principales quejas de los primeros usuarios del e-book en América Latina es la posibilidad de acceso a textos en español, ya empiezan a aparecer plataformas que dan este tipo de servicios.
Se trata de www.amabook.com.co que proporciona una extensa red internacional de puntos de venta, que crece día a día con un programa de afiliación para libreros.
Es una plataforma de distribución de e-books en español que ya opera en México, Chile, Argentina Uruguay y ahora llega a Colombia mediante acuerdos con todo tipo de editoriales, para comercializar a través de su sitio web (www.amabook.com), ya más de mil títulos en español tienen algo en particular: todos son novedades editoriales.
Otra de las posibilidades es www.lalibreriadelau.com, con más de 40 mil títulos, entre libros, e-books y material bibliográfico en general, que desde el 2009, junto a Publidisa, lleva a cabo un plan de conversión de libros de editoriales colombianas a e-Book. Hoy son cerca de 20 editoriales colombianas las que hacen parte de este modelo, entre muchas otras que están concretando su vinculación.
Es innegable que el mercado del e-Book se encuentra ya en una posición muy relevante y todas las previsiones apuntan a un crecimiento imparable en cuanto a la lectura del libro en formato digital y a su distribución. Antes de finalizar el 2010 se espera contar con un total de 100 librerías especializadas, ubicadas en diferentes países del mundo enlazadas a la www.lalibreriadelaU.com.
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