El lector Luis Fernando Múnera López observa en esta oportunidad: "Además de la necesaria consideración sobre el rigor, calidad y representatividad que tengan esas encuestas, creo que debe tenerse en cuenta lo siguiente: La publicación de los resultados de esos sondeos necesariamente influencia la intención de voto de los ciudadanos, sin que en el proceso se tengan en cuenta las calidades de los candidatos y de sus respectivos planes de gobierno. Por esta razón, los resultados de las encuestas tienen efectos más negativos que positivos sobre la transparencia del proceso electoral".
El lector Luis Fernando Múnera López observa en esta oportunidad: "Además de la necesaria consideración sobre el rigor, calidad y representatividad que tengan esas encuestas, creo que debe tenerse en cuenta lo siguiente: La publicación de los resultados de esos sondeos necesariamente influencia la intención de voto de los ciudadanos, sin que en el proceso se tengan en cuenta las calidades de los candidatos y de sus respectivos planes de gobierno. Por esta razón, los resultados de las encuestas tienen efectos más negativos que positivos sobre la transparencia del proceso electoral".
Y agrega: "En consecuencia opino que las encuestas solamente deberían utilizarse dentro de los equipos de trabajo de los candidatos, para revisar, validar y ajustar sus tácticas y estrategias de campaña. Esos resultados no deberían ser publicados en los medios de información".
En varias ocasiones me he referido a los riesgos que conlleva la publicación de estos estudios de opinión pública. Estoy de acuerdo con el criterio expresado por la revista Time : "Las encuestas políticas deberían presentarse al público con más advertencias que los paquetes de cigarrillos".
Los riesgos mayores de los sondeos de opinión están en la publicación y el despliegue. El manejo y la interpretación de los datos, la universalización de los resultados referidos a una muestra pequeña, la comparación con sondeos anteriores y la mitificación, en detrimento de las propuestas de los candidatos, son algunos de los asuntos que debemos observar los periodistas.
Estos estudios son instrumentos válidos que realizan los partidos y movimientos para evaluar la aceptación de sus candidatos y sondear cuál es el comportamiento de los ciudadanos con respecto a las tesis expuestas y a la estrategia de la campaña. El lector dice que las encuestas debieran ser usadas solo en esta dirección y es partidario de que no se publiquen en los medios de comunicación.
Personalmente pienso que se pueden divulgar ciñéndose a las normas legales y con ánimo informativo, sin afanes políticos ni de idolatría a la llamada sondeocracia, que es el abuso de los sondeos para manipular la opinión pública y en particular al ciudadano.
Con frecuencia dicha publicación se convierte en una pieza del mercadeo político de los partidos: porque las encuestas son generalmente acogidas con entusiasmo o desgano, según coincidan o no los resultados con el candidato cercano al medio de comunicación o al periodista. También ocurre que se divulgan encuestas realizadas por partidos y movimientos políticos o por instituciones o personas ajenas al medio. Lo ideal es que el propio medio de comunicación contrate el sondeo.
El poder de las encuestas lo explican los estudiosos de la Ciencia Política. Luis Horacio Botero Montoya, docente investigador de la Universidad de Medellín, afirma: "Las encuestas de opinión sobre preferencias electorales, que se constituyen en un fenómeno propio de poder de la sociedad de la información, reproducen la espiral del silencio. Este fenómeno, al decir de Elizabeth Noelle-Neumann, su creadora, consiste en que si la opinión pública es el resultado de la interacción entre los individuos y su entorno social, entonces un individuo, para no estar aislado, puede renunciar a su propio juicio. En el caso de las encuestas, los individuos cederán su opinión frente al candidato que obtenga el mejor resultado en las encuestas. Los de menos simpatías serán descartados una vez se publiquen los resultados sobre preferencias electorales...".
En la próxima columna continuará esta reflexión.
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