x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

EL POLVO QUE NOS QUEDA DE SPACE

  • EL POLVO QUE NOS QUEDA DE SPACE |
    EL POLVO QUE NOS QUEDA DE SPACE |
11 de octubre de 2014
bookmark

Ya solo se ven las ruinas materiales y se advierten las ruinas morales. Un lote del que salen volquetas que retiran los restos de tantos sueños aplastados. Eso es Space, eso queda de Space. Si estuviese vivo el poeta Gonzalo Arango otra vez hubiese escrito una carta de honda tristeza por esa Medellín tan rica y bella, pero siempre carcomida por su humor usurero y amarrete.

Sí, esa Medellín que se mantiene afanada por el lucro desmedido. Tanto que a veces se propina a sí misma la vergüenza y el dolor. Esa Medellín que no deja de ser ordinaria y burguesa, donde los ricos le "barequean", le regatean el precio de una caja de chicles a un niño en un semáforo, o lo niegan porque ennegrece y mancha el brillo de su "tacita de plata", cuando él apenas es la expresión de tanta historia de avaricia y egoísmo.

Por ahorrar hierro y cemento, por restar varillas y enflaquecer columnas, en esta ciudad anoréxica, falsamente estilizada, es que vimos desplomarse una torre de apartamentos en El Poblado, en el ombligo urbano de la prosperidad y la exclusividad. Qué cicatería disfrazada con palabrerías: "optimizar materiales, adelgazar estructuras".

Es esa cultura del "paisa vivo", que no es otra que la del ventajoso, la del culebrero. La que permite multiplicar la plata, rápido, aun con "engañitos decentes" al cliente. La que reina en una sociedad de dirigentes acomodados, siempre muy a la derecha del Señor y del bolsillo en que va la billetera.

Space es una lacra para nuestra historia reciente. Retrata aquellos vicios morales que no acaban de diluirse en aguas más transparentes y de más hondura ética.

A la muerte de 12 personas, hace un año, se suman el derrumbe económico y el duelo social de cientos de familias dueñas o inquilinas de algunos edificios apenas sostenibles en el papel, en la promesa de su compra y de su venta.

Qué lección tremenda es esta de Space para quienes vivimos aquí. Una lección que no se puede minimizar, porque fue un error de cálculo repetido. Porque tras Space se descubre que tambalean el patrimonio y la seguridad en otros edificios y familias. Por eso la crítica enconada, por eso la tristeza inocultable que nos debe provocar que Medellín siga atrapada por sucesos tan villanos, tan rústicos, tan indecorosos.

Hace un año empezó este drama. Tránsito por los recovecos de nuestro espíritu emprendedor golpeado, pero también, como todo buen espíritu, sin hígados. Space enrostra mucho de lo que nos falta como sociedad para ser mejores: más humanos, más generosos, más cabales. Que sea signo del cambio que necesitamos aquí. Sin excluidos.

Te puede interesar

¿Buscando trabajo?
Crea y registra tu hoja de vida.

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD