El tercer sector está conformado por todas las entidades que no son públicas, ni privadas.
Allí cabemos las fundaciones, corporaciones y cooperativas, las universidades, las cajas de compensación, las asociaciones profesionales, las comunidades religiosas, los fondos mutuos, las minorías étnicas, las organizaciones de base, entre otros, que si bien ejecutamos recursos y proyectos en alianza con el sector público y privado, gozamos de independencia, autonomía y tenemos misiones y visiones propias.
¿Y qué sería de nuestros países en vía de desarrollo, sin el apoyo y trabajo de este sector, a veces bullicioso y en otros casos silencioso, pero altamente comprometido con las causas de los más débiles, de los que están en las fronteras?
Hablemos en cifras de uno de los subsectores del sector social del que formamos parte: las organizaciones no gubernamentales (equívocamente denominadas, porque su nombre hace referencia a lo que no son, pero conocidas así en el mundo entero), que se mueven en el universo de la pobreza y la miseria absolutas, de los excluidos, de los migrantes, de los que tienen capacidades disminuidas pero luchan por salir adelante.
Y como el primer trimestre del año es tiempo de balances, veamos significativas cifras suministradas por la Federación Antioqueña de ONG:
Trabajan en sectores como la educación, el desarrollo comunitario, la salud, la convivencia ciudadana, la generación de ingresos, la cultura, la recreación y el deporte, la discapacidad, el hábitat, el medio ambiente, el desarrollo institucional, la comunicación, la prevención y atención de emergencias, la ciencia y la tecnología.
El año pasado, 103 organizaciones atendieron a 930.000 personas de manera directa, es decir, el 15% de la población del Departamento de Antioquia.
Ejecutaron 972 proyectos con un inversión de 103.000 millones de pesos.
Tuvieron ingresos de 233.000 millones destinando 70% a la inversión y 30% a la operación.
Trabajan en alianza con otros. El 47% de sus recursos son públicos, el 30.3% son propios, el 11.1 son privados, el 7.6 son de cooperación internacional y el 4% provienen del público en general.
Vinculan 7.460 personas en el año, entre contratos laborales, de prestación de servicios y voluntarios; con un alto grupo de profesionales (3.567), técnicos (1.720) y personas con posgrado (534), lo que da cuenta de su alto grado de calificación en lo que hacen.
En el Centro de Fe y Culturas creemos y apoyamos firmemente el trabajo de estas organizaciones sociales por el rol que tienen en el nuevo concepto de desarrollo en el que la Centralidad está en la gente y en la dignificación del ser humano, en nuestra ciudad, en nuestro departamento y también en nuestro país n
* Miembro del Centro de Fe y Culturas.
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