Para las 3:00 p.m. estaba fijada la rueda de prensa en el Hotel Intercontinental, el único contacto que tendrían con la prensa antioqueña. Lo normal, un retraso. En esta ocasión por problemas en el aeropuerto El Dorado de Bogotá. Y la espera que se hace interminable y fastidiosa.
La consabida frase de "ya vienen bajando". Son las 4:30 p.m. y se escucha, entonces, el rechinar de unas llantas ante el frenazo en seco que aplica una Toyota. Es el aviso de que las hermanas Williams, Serena y Venus, han llegado. Y el revuelo total.
La expectativa es grande. Justificada, porque no muy a menudo se ven grandes figuras del deporte Mundial en Colombia. Y nada menos estaban pisando suelo paisa dos de las mejores raquetas del mundo.
Su arribo termina con la angustia de la espera y varias cámaras están listas a disparar. Pero como no falta el célebre, aparece el vigilante y se lleva a las hermanas en sentido opuesto de donde han sido ubicados los representantes de los medios de comunicación.
Luego, el forcejeo para ingresar al salón escogido para el contacto con la prensa. Por una puerta estrecha, los encargados de seguridad van dejando pasar, no sin antes mirar si se tiene la respectiva acreditación.
Por fin adentro. Palabras de presentación, discursos y el ultimátum: "Solo diez preguntas de periodistas que se inscribieron con anterioridad". Con régimen militar se cumple todo la ceremonia y nos llama la atención las palabras de Jhan Fontalvo, organizador del evento: "Venus y Serena son insuperablemente amables y sencillas".
Y lo creemos, solo que pese a lo "amables y sencillas" fue imposible acercárseles, porque los de seguridad crearon un cordón imposible de traspasar -por la orden que les dieron- y ellas, sonrientes, se dejaban llevar para donde las conducían.
Pero todo se pasa, porque es un orgullo para la ciudad tener semejantes exponentes del deporte blanco. Sí, nada menos que las ganadoras de 82 torneos de sencillos.
Venus y Serena, dicen conocer poco de Medellín y es lógico, pero son claras al manifestar que "vamos a tratar de dar lo mejor de nosotras al público de Medellín y brindar un gran espectáculo, porque eso es lo más importante para nosotras".
Venus, 31 años, la mayor, reconoce que viene de algunas lesiones, pero se ha recuperado satisfactoriamente y ambas esperan "jugar el mejor tenis".
De su vida poco hablaron, pero enfatizaron que tratan de ser personas normales. "Tratamos de disfrutar la vida, salir a restaurantes, ir a cine, llevar una vida normal, aunque a veces es difícil. Lo que más hacemos es ser amigables con las personas y tratar muy bien a nuestros fans".
Cuando hablan del tenis se amplían en sus conceptos y a una sola voz dicen que "gracias al tenis hemos viajado por muchos países y buscamos influenciar a muchas personas, dando un buen ejemplo".
¡Ah! y ¿qué esperan de Medellín? No podía faltar la pregunta. "Que la gente sea amable, nos han dicho que las personas son muy buena gente". Ambas sonríen.
Y antes de dar por terminada la rueda de prensa la petición para que se paren y se les pueda tomar una foto con la mesa principal. No dudan un solo segundo. Con una su sonrisa a flor de labios indican que lo hacen con agrado. Hasta que aparecen los de seguridad y chao se terminó la "amabilidad".
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