Soy un surfista venezolano que lleva radicado en Colombia más de ocho años y por eso me considero parte de la comunidad colombiana, tanto de la patria como del mundo del surf en este país.
Tanto ha sido mi cariño por esta tierra que el año pasado fui a competir a un torneo internacional en Ecuador como un colombiano más y me sentí orgulloso.
A este deporte tan diferente a los cotidianos, no se le ha ayudado. Nosotros mismos, la comunidad del surf, hemos buscado que vengan los maestros del surf como hace dos años vinieron cuatro profesionales, también a las playas de Nuquí, y nadie se dio cuenta.
En Colombia también se han realizado cuatro campeonatos latinoamericanos, la mayoría en la Costa Atlántica y tampoco han recibido la importancia merecida.
Por eso es que pedimos ayuda a los medios para que la gente le agarre un poco más de interés a nuestro deporte. Eso nos ayudará a convertirlo en masivo, a que podamos salir adelante.
Nuestra idea es poder marcar un territorio y hacernos de un buen nombre en otros países, que seamos visibles en los certámenes latinoamericanos o mundiales. Esta es la hora que aún no contamos con una selección Colombia que nos represente.
Pico y Placa Medellín
viernes
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