Así como cuando a una persona se le nota en su semblante que lleva una dieta sana, Empresas Públicas de Medellín (EPM) está en un ajuste interno que será determinante para mejorar su servicio a los usuarios, ampliar su cobertura dentro y fuera del país, ser más rentable y, por ende, girar más recursos para inversión social del Municipio, su dueño.
Un paso definitivo en ese norte lo dio la Junta Directiva al aprobar una nueva estructura empresarial y una hoja de ruta para la próxima década consignada en el llamado Direccionamiento Estratégico.
En plata blanca, eso significa un replanteamiento de cómo está funcionando el Grupo, en plena expansión, y que ya tiene 46 filiales en ocho países en distintos servicios públicos: energía eléctrica, gas natural, agua potable, saneamiento básico, aseo, y tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Pero pueden surgir nuevas líneas de negocio en un crecimiento que tiene como mercados objetivos externos a Costa Rica, Perú y Brasil, al tiempo que sumar más servicios en territorios del país donde no se llega con todos los servicios de EPM, explica Luis Alberto Sánchez Correa, uno de los líderes del replanteamiento estratégico.
Por eso, para noviembre estará listo el nuevo diseño de la estructura organizacional que se implementará en dos años y apunta a que la transformación se concrete para finales de 2015
Con ese horizonte, cálculos preliminares señalan inversiones entre 250.000 y 300.000 millones de pesos en el proceso de transformación, lo que redundarán en sinergias entre 450.000 y 500.000 millones, entre 2014 y 2018.
"Esas sinergias se pueden dar en la unificación de compras como Grupo en algunos frentes, optimizar funciones operativas en centros de control para varias empresas o converger procesos repetitivos y fragmentados en centros de servicios compartidos", agrega el funcionario.
Entre tanto, las labores de la Gerencia General de EPM serán de más orden estratégico, al apoyarse en temas operativos en la Vicepresidencia de Gestión de Negocios, acompañada de otras instancias que ofrecen soporte, para asegurar el desempeño de actuales líneas de negocios y las que puedan incubarse como iniciativas rentables de futuro en el Área de Desarrollo e Innovación.
Así las cosas, no es descabellado que EPM pueda tener en el futuro un negocio de gestión sistematizada de ciudades inteligentes, otro de combustibles alternativos, uno más de gestión de aguas residuales industriales o de recolección de basuras por ductos desde los barrios.
"Quedará la estructura para que EPM incursione y profundice temas afines a su objeto de construir territorios sostenibles", concluye Sánchez Correa.
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