Altos funcionarios del gobierno dijeron el miércoles que se están esforzando por mantenerse al día con el aumento de inmigrantes en la frontera sur y admitieron que se han visto abrumados por el ingreso de decenas de miles de niños que huyen de la violencia en Centroamérica.
"No hemos sido todavía lo que diría exitosos" en garantizar que los niños que han venido sin compañía sean procesados por la Patrulla Fronteriza con la celeridad requerida, dijo Craig Fugate, administrador de la Agencia Federal de Emergencias, FEMA, ante el Comité de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado.
"Los niños siguen cruzando la frontera", atestiguó Fugate. "Aunque hemos hecho progresos, ese progreso a veces se ve alterado cuando vemos súbitos influjos de niños que llegan más rápido de lo que podemos procesarlos, y nos atrasamos".
Gil Kerlikowske, comisionado de Protección de Aduanas y Fronteras, dijo que el número de niños recogidos desde octubre asciende a 57.000, en comparación con los 52.000 de mediados de junio, y más del doble de lo que era a la misma altura del año pasado. La situación, afirmó, "es difícil y preocupante a muchos niveles".
Su testimonio tuvo lugar un día después que el presidente Barack Obama solicitó al Congreso 3.700 millones de dólares en gastos de emergencia para lidiar con la crisis, que se ha tornado en una complicación política para su gobierno.
Obama se presentaba este miércoles en Colorado y Texas para asistir a actos de recaudación de fondos pero no tenía planes de visitar la frontera, pese a críticas de republicanos.
La Casa Blanca añadió una reunión sobre inmigración en el programa, en la que discutirá la situación fronteriza en Dallas, a la que asistirá el gobernador Rick Perry.
La crisis dio a los republicanos una nueva oportunidad de cuestionar la competencia del gobierno de Obama. Durante la audiencia del miércoles, los republicanos fustigaron las políticas del gobierno y atribuyeron a los esfuerzos de Obama por suavizar las reglas de deportación haber contribuido a los rumores circulantes en Centroamérica de que, una vez en territorio estadounidense, los niños inmigrantes serían autorizados a quedarse.
"Estamos tratando de detener el tráfico humano. ¿Acaso lo estamos aumentando?", preguntó el senador republicano Ron Johnson.
Otro senador republicano, John McCain, notó que un alto porcentaje de los niños que huyen de El Salvador, Honduras y Guatemala logran quedarse en Estados Unidos porque les dan citas de comparecencia ante la justicia en un futuro distante, y muchos nunca cumplen. "Tienen grandes incentivos para venir a este país", dijo McCain.
Texas usaría antigua cárcel para niños migrantes
Una cárcel clausurada en el oeste de Texas podría convertirse en un centro para alojar a cientos de niños centroamericanos no acompañados que entran a Texas por la frontera con México.
El Centro de Detención Bill Clayton fue construido hace 15 años por la municipalidad de Littlefield, pero se ha convertido en una carga económica desde su cierre en 2009. La municipalidad espera obtener ingresos al reabrir el centro, con capacidad para 382 camas, para dar alojamiento temporario a los niños.
El gerente municipal Mike Arismendez dijo al diario Lubbock Avalanche-Journal que está discutiendo el tema con el Servicio de Inmigración y Aduanas.
Más de 50.000 niños han entrado por la frontera sur desde fines del año pasado y las autoridades creen que serán 90.000 hacia octubre.